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Felipe era natural de Betsaida, como lo eran Pedro y Andrés, y era discípulo de San Juan Bautista.
Redacción (03/05/2023 08:04, Gaudium Press) Hoy la Iglesia conmemora la fiesta de San Felipe y Santiago el Menor, apóstoles. Felipe era natural de Betsaida, como lo eran Pedro y Andrés, y era discípulo de San Juan Bautista.
Santiago el Menor, primer obispo de Jerusalén, era pariente del Señor y parecido físicamente con él.
San Felipe fue de los primeros que Jesús llamó a su lado, después de Andrés y Pedro. San Clemente de Alejandría afirma que San Felipe es aquel al que Jesucristo dijo: “Dejad que los muertos entierren a los muertos…”. Podría ser por tanto, el patrono de quienes siguen con fidelidad su vocación dejando todo lo que no sea de ella.
Fue San Felipe al que el Señor preguntó antes de la multiplicación de los panes, para ponerlo a prueba: “¿Dónde compraremos pan para darles de comer?”, a lo que el apóstol respondió: “Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan”. (Jn 6, 5-7) Es decir, no había ni de lejos esa gran cantidad de dinero para alimentar a la multitud que había seguido el maestro.
Era también el apóstol Felipe quien en la Última Cena le pidió a Jesús que le “muestre al Padre”, recibiendo la respuesta trinitaria del Señor: “Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen?. El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Como dices: ‘Muéstranos al Padre’?” (Jn 14, 8-9)
Rápidamente San Felipe se entusiasmó por Jesús, pues en el encuentro con Natanael – el apóstol del que Jesús afirmó que en él no había engaño – , le dijo: “Ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret” (Jn 1,45). Fue por su intermedio que los griegos dijeron que querían conocer al Señor.
Se considera que después de la Ascensión del Señor, San Felipe fue a predicar a Frigia (región ubicada entre Turquía, Ucrania y este de Rusia). Murió apedreado en Hierápolis, ciudad ubicada entre Turquía y Siria.
Santiago el Menor
Santiago el Menor, o en lengua de Palestina San Iaacov, era “hermano” del Señor, y puede ser el autor de la epístola de Santiago. Es diferente a Santiago el Mayor, que es del grupo de tres apóstoles más cercanos de Jesús, testigo del Tabor y del inicio de la pasión en Getsemaní. Santiago el Mayor, hijo del Zebedeo como San Juan, es el patrono de España.
Dicen algunos autores que tal era el parecido de este Santiago el Menor con Jesús, que por eso Judas debía, en su traición, besar al propio Cristo, para que los esbirros de los fariseos no lo confundieran con él.
Como primer obispo de Jerusalén, Santiago el Menor fue determinante en el primer concilio, el Concilio de Jerusalén: “Al suscitarse la controversia sobre la circuncisión, se apartó del criterio de Pedro, a fin de que no se impusiese a los discípulos venidos de la gentilidad aquel antiguo yugo”, según dice el elogio de la celebración. Este Santiago obispo de Jerusalén murió mártir, y, a creer al relato de Josefo, fue apedreado hacia el año 62, aunque otros dicen que arrojado desde lo alto del templo, después de que no cumpliera la orden del sumo sacerdote Anás II de renegar de Jesús.
Con información de El Testigo Fiel y Aciprensa
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