“Porque el mundo es naturalista, y estos pilotos locos son naturalistas. Porque el mundo es pacinista, y estos pilotos también. Porque el mundo es relativista, y a estos pilotos más o menos les da lo mismo la verdad que el error…”
Redacción (06/05/2023 14:08, Gaudium Press) En varios noticiarios católicos, incluido Gaudium Press, se publicó esta semana que el presidente de la Pontificia Academia Mariana, en recientes declaraciones casi que ‘desaprobaba’ algunas de las apariciones marianas más importantes de toda la Historia, al decir que la Madre de Dios no podía ser anunciadora de la justicia punitiva de Dios.
Fue esta otra de las perlas a las que ya lamentablemente nos vamos acostumbrando, pues la semana pasada vivimos el affaire del Arzobispo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida, coqueteando con el suicidio asistido, como ya había coqueteado meses atrás con el aborto. Y no estamos hablando del presidente de la comisión tal de comunicaciones, o de la fábrica de San Pedro, sino el presidente de la Vida en el Vaticano…
Pero claro, venimos de la terminación de todo un sínodo alemán, donde la mayoría de los obispos expresaron y apoyaron conclusiones heterodoxas, entre ellas la de la promoción de las bendiciones de parejas homosexuales; pero bien, el Vaticano por medio del Cardenal Ladaria ya había dejado claro que no es posible bendecir el pecado. Sin embargo tiempo después del responsum vaticano que negaba esas bendiciones, el Arzobispo de Amberes decía que los obispos belgas bendecían tranquilos esas parejas porque en la visita Ad Limina de ese episcopado en noviembre del 2022, el Papa los había autorizado. Y hasta donde se sepa, el Vaticano no ha desmentido al Obispo.
Y así podríamos seguir con los Hollerich, los McElroys, los…
Entonces, da para imaginarse la Barca de Pedro, la Iglesia, como una nave que sigue siendo movida por los vientos del Espíritu Santo, pero donde al encargado de orientar las velas un día se le ocurre que la vela mayor no debe aprovechar la corriente del viento sino desestimarla o simplemente ser arriada.
O que al encargado en ciertas horas de guiar el timón, y que ya le fue señalado el buen destino, le da por orientar la nave a 90 o 180 grados en una diferente dirección a la que debería tomar.
O que al director de la carena y la limpieza y el mantenimiento interno, le da un día porque no, que mejor el barco debe permanecer al natural, con todos los desastres que ese no mantenimiento va acarreando.
Entre tanto, y por eso la Iglesia es inmortal, esa nave tiene como cabeza y capitán al propio Dios encarnado, que la sigue fortaleciendo, la sigue inspirando. Entonces, lo que estamos viendo con una amplitud que a muchos sorprende, es que varios de los que deberían ser meramente cumplidores de las órdenes de esa Cabeza, quieren más bien navegar según su antojo, su buen o mal entender.
Porque – sentido común – no es posible que lo que la Iglesia entendió que debía ser el rumbo, debían ser los puertos y debían ser los vientos durante dos mil años, ahora estos ‘iluminados’ han descubierto que no, que es más bien lo contrario.
No obstante, una de dos: o dos mil años de tradición de entender de una manera lo que había dicho Cristo es verdad, o lo que dicen estos nuevos pilotos es verdad. No hay por donde escapar, por lo opuesto de lo que dicen unos y otros. Sin embargo, es claro que es más fácil que el ‘Espíritu’ que reciente inspira a estos innovadores esté errado, que lo haya sido el Espíritu que durante dos milenios inspiró la Iglesia.
Entonces, y para responder la pregunta titular, creemos que los pilotos empezaron a enloquecer cuando, influidos por una mal entendida adaptación (aggiornamento) al mundo, fueron tomando las máximas del mundo como magisterio, en lugar de ver el norte en las máximas de Cristo y el magisterio bimilenar de la Iglesia.
Estos pilotos creen que concluyen según sus raciocinios, pero en realidad son los raciocinios del mundo que retoman en sus conclusiones.
Porque el mundo es naturalista, y estos pilotos locos son naturalistas. Porque el mundo es pacinista, y estos pilotos también. Porque el mundo es relativista, y a estos pilotos más o menos les da lo mismo la verdad que el error, lo que se dijo ayer en contradicción a lo que se quiere decir ahora.
El problema es cuando venga Cristo, que es el mismo ayer, hoy y siempre, y tome cuentas.
Por ahora, confianza, pedir luces la cielo, la asistencia de la Virgen, y seguir caminando hacia adelante. El cielo no nos faltará.
Por Saúl Castiblanco
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