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Ortega sigue llamando a los Obispos de “golpistas”.
Félix Maradiaga
Redacción (24/05/2023 10:20, Gaudium Press) Los ‘demonios’ de Ortega, como los que atormentaban al bíblico rey Saúl cuando Dios ya le había retirado su favor, que no lo dejan quedarse callado para imprecar a la Iglesia, a la que ya tanto ha perseguido.
De hecho, un tanto ‘poseído’, mientras conmemoraba el 128º natalicio de Augusto Sandino el jueves pasado, bailó, cantó, dijo que los paramilitares que atacaron a manifestantes anti-gobierno en el 2018 – cuando murieron 355 personas – eran “policía voluntaria” y, no podía faltar, afirmó que los obispos de la Iglesia eran “golpistas”: “Apelábamos al diálogo, porque apelábamos a los famosos mediadores que eran golpistas también, todos los curas que estaban ahí como mediadores eran golpistas”, dictaminó.
Pero mientras baila, canta y exhala, continúa su obra persecutoria anti-católica, nada ‘divertida’.
Ahora ha trasladado e investiga a dos presbíteros de la diócesis de Estelí, que era administrada por el encarcelado Obispo de Matagalpa, Mons. Rolando Álvarez.
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De acuerdo a comunicación de esa diócesis, “el Padre Pastor Eugenio Rodríguez Benavides, párroco de la Parroquia Divina Providencia de Jalapa, y el Padre Leonardo Guevara Gutiérrez, párroco de Catedral de Estelí, han sido requeridos por la Policía Nacional el sábado 20 y lunes 22 de mayo respectivamente”.
Ambos sacerdotes fueron obligados a ir a Managua y están en “una de las casas de formación de la Iglesia, mientras transcurre un tiempo de investigación sobre asuntos administrativos de la extinta Cáritas Diocesana de Estelí”, que fue disuelta presionada por el régimen.
Un movimiento internacional
Mientras tanto, y tras más de 100 días de prisión de Mons. Álvarez, los medios notician la iniciativa promovida por Félix Maradiaga, uno de los presos políticos enviados a EE.UU. por Ortega en febrero pasado, a quien le fue retirada la nacionalidad: propone Maradiaga una campaña internacional por la liberación del Obispo de Matagalpa.
“Desconozco otro lugar en América Latina donde se encarcele a un líder de una comunidad religiosa simplemente por ejercer su derecho a practicar su fe y predicar la paz, la no violencia y la justicia desde el púlpito de su iglesia”, dijo el líder desde los EE.UU., afirmando que presentó esta propuesta en la Cumbre de Ginebra que tuvo lugar entre el 16 y 18 de mayo pasados. Propuso también el activista un Convenio contra el arresto arbitrario y la prisión política, que “elevaría a la categoría de crimen de lesa humanidad el encarcelamiento de personas inocentes por el simple hecho de expresar sus ideas, ejercer una opción política, profesar su fe o religión o simplemente por pertenecer a un grupo étnico o demográfico”.
Asegura Maradiaga que se debe conformar un Grupo de Expertos de la ONU sobre Nicaragua, dedicado principalmente a cortar los canales financieros que alimentan al régimen; que se debe atender los cientos de miles de nicaraguenses desplazados o solicitantes de asilo en otros países; y que hay que apoyar aún más los procesos de justicia internacional para los crímenes cometidos por el régimen en Nicaragua.
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