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El 4 de agosto pasado también Mons. Silvio Báez envió un mensaje al encarcelado Obispo de Matagalpa.
Redacción (15/08/2023 09:45, Gaudium Press) Mons. Eugenio Salazar Mora, Obispo de Tilarán-Liberia en Costa Rica, posteó el pasado 12 de agosto en su cuenta Facebook las oraciones hechas por el Obispo de Matagalpa en el Santuario de la Virgen de Lourdes, Francia.
“Hoy me encuentro en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia. He puesto todas sus intenciones en el altar de la Gruta de la Virgen”, escribió Mons. Salazar Mora.
“También he puesto un segundo retrato de Monseñor Rolando Álvarez, a los pies de la Virgen, precisamente en el lugar donde brota el agua milagrosa, para que la Inmaculada Concepción lo proteja y pueda ejercer su ministerio episcopal con total libertad”, añadió el prelado costarricense, recordando al obispo nicaraguense condenado por el régimen Ortega a más de 26 años en prisión.
El Obispo costarricense ya ha mostrado su caridad hacia la difícil situación que enfrenta la Iglesia nicaragüense, al acoger en julio del año pasado a un grupo de Misioneras de la Caridad (hermanas de la Madre Teresa) que habían sido expulsadas por la dictadura.
Otro hermano Obispo que no olvida a Mons. Álvarez
El pasado viernes 4 de agosto, Mons. Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua en el exilio en la Florida, envió un sentido mensaje al encarcelado Obispo de Matagalpa.
“Querido hermano Rolando José: Te envío este mensaje, como hermano y amigo, pidiéndole al Señor que a través de sus misteriosos caminos que no son los nuestros (cf. Is 55,9), te haga percibir en el corazón en este momento mi cercanía cariñosa de hermano y la de la gran mayoría de los nicaragüenses que te aman tanto”, afirmaba Mons. Báez al inicio de su mensaje en video posteado en YouTube.
Mons. Báez también recordaba lo que le dijo telefónicamente Mons. Rolando Álvarez, el 4 de agosto de 2022 cuando iniciaba el secuestro de este prelado:
“Todavía resuenan en mis oídos tus palabras serenas, llenas de firmeza y de esperanza. En aquella ocasión, te prometí que no te dejaría solo, que te apoyaría cada día y que mi voz sería tu voz. Y por eso aquí estoy junto a ti”, dice.
“Hermano, siento como propio este tiempo de oscuridad y de sufrimiento que vives, porque yo sé por experiencia lo doloroso que es para un obispo verse obligado a estar lejos de su pueblo. No he dejado de recordarte en mi oración cada día, de mencionar tu nombre cada vez que ha sido posible, y de denunciar la injusticia que cometen contra ti y de exigir continuamente tu liberación incondicional”, afirmaba Mons. Báez.
Con información de Aciprensa
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