El secretario personal de Benedicto estuvo presentando en Lucca su libro “Nient’altro che la Verità”, sus memorias junto a Benedicto XVI.
Redacción (20/09/2023 17:11, Gaudium Press) Da parte Giuseppe Vatinno, en una crónica en Affaritaliani.it con rasgos de esas historias de pasillo, del regreso de Mons. Georg Gänswein a Italia, en Lucca, para la presentación de su libro “Nient’altro che la Verità”, Nada más que la verdad, sus memorias junto a Benedicto XVI.
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En la localidad toscana, a algunos kilómetros de la mítica Florencia, el Padre Georg como le dicen en Italia dijo:
“Muchos me invitaron a escribir, a aferrarme a lo que vi porque, me dijeron, soy un testigo privilegiado. En el camino entendí mejor esta invitación. Empecé a redactar algunas notas que luego se convirtieron en el libro. Un cardenal me aconsejó que no escribiera el libro en alemán, aunque es mi lengua materna, sino en italiano”.
Contó luego que el anuncio de la renuncia de Benedicto “el 11 de febrero de 2013, me lo dijo en septiembre de 2012. Fui uno de los primeros a quienes se lo comunicó y le dije que no era posible hacer eso. Él respondió que era una decisión tomada, no un tema a discutir. Con esta frase entendí que si había tomado esta decisión lo había pensado mucho tiempo, había orado y había sufrido, y que lo hacía por amor de Dios, por amor a la Iglesia porque ya no tenía fuerzas. Vi cómo en esos meses había perdido las fuerzas, tanto físicas como psicológicas. Como él mismo dijo, el Papa debe tener fuerzas para mantener fuerte el timón”.
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Es claro que su aparición en Italia no tendrá características de permanencia, como picantemente insinúa Vatinno, pues sería ir en contra de una directriz de Francisco, que lo ha regresado a su diócesis natal de Friburgo, después de haber considerado, si se hace caso a los rumores – estamos en conversación de pasillo – , una diócesis en Costa Rica, una cátedra en una universidad pontificia, y hasta la un tanto mejor nunciatura en Colombia, por supuesto que no una sede importante rumbo al cardenalato, como ha ocurrido con anteriores secretarios de papas.
Pero aún ‘exiliado’ en su querida Friburgo, el mundo sigue atento a sus comentarios, pues no son muchos lo que puede decir que guardaron en el secreto de secretarios, los secretos de un Papa. (CCM)
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