Los Museos Vaticanos ofrecerán una exposición permanente de obras del artista, quien desempeñó importantes funciones para los Papas.
Redacción (27/10/2023, Gaudium Press) 40 años al servicio de los Papas, protagonista indiscutible de la escultura entre los siglos XVIII y XIX, aclamado en vida como el nuevo Fidias, Antonio Canova, al concluir las celebraciones por el bicentenario de su muerte en Venecia en 1822, es celebrado en grande por los Museos Vaticanos.
El estudio romano
La exposición, que se prolongará hasta enero próximo, se divide en diferentes secciones de las colecciones pontificias: en la Sala XVII de la Pinacoteca Vaticana se exhibe el imponente busto de Pío VII y se recrea el ambiente del estudio romano del escultor, que en 1783 eligió como lugar de su estudio un palacio entre la Via delle Colonnette y la Via di San Giacomo, hoy Via Antonio Canova.
Era un destino muy buscado por los viajeros del Grand Tour, pero también por artistas deseosos de aprender las preciosas enseñanzas del Maestro, particularmente sensible a los jóvenes en dificultades, a quienes ayudaba personalmente también a través de la caridad discreta. Así lo recuerda Alessandra Rodolfo, curadora de la exposición y jefa del departamento de arte de los siglos XVII y XVIII de los Museos Vaticanos.
Ética, arte y diplomacia
“La ética, el arte y la diplomacia pueden considerarse los tres atributos de Canova”, explica la historiadora de arte, responsable del descubrimiento en 2010 en los archivos de la Pinacoteca de algunas obras que, después de haber sido hábilmente restauradas, se exponen ahora en el conjunto de la muestra permanente en una de las salas más refinadas de los Museos Vaticanos, hasta hace poco inaccesible al público.
Se trata de la Sala de las Damas, encargada por Pablo V entre 1608 y 1609, que daba directamente a los jardines y a las fuentes monumentales construidas por el propio Pontífice, y estaba decorada con los maravillosos frescos de la bóveda de Guido Reni dedicados a Pentecostés, a la Transfiguración y la Ascensión al Cielo.
Funciones institucionales importantes
“Dedicamos este precioso entorno situado en el cruce entre las Salas de Rafael y la Capilla Sixtina, cerca de la salida de la Galería de los Mapas Geográficos, a Antonio Canova”, explica la directora de los Museos Vaticanos Barbara Jatta, directamente involucrada en la curaduría de la exhibición. “Queremos dar testimonio de nuestro afecto y atención hacia Antonio Canova, un hombre que fue director de museos, superintendente e inspector de antigüedades del Estado Pontificio, un artista fundamental en los años cruciales de la ocupación napoleónica y de la Restauración”.
La recuperación de las obras que se encontraban en Francia
Se trata de la acción de recuperación de las obras llevadas por Napoleón a París y que, tras el Tratado de Tolentino de 1799, fueron depositadas en el Museo del Louvre durante veinte años: “Es el momento en el que Canova se consagra como héroe”, recuerda Jatta, “héroe de la recuperación de las obras de Rafael, Perugino, Caravaggio y de la restauración pontificia, pero también de la recuperación de lo antiguo y de la tradición, de los valores de nuestra cultura y de la cultura de los Pontífices. La política cultural papal potenció su capacidad organizativa, su espíritu de servicio y su interés por la protección y la salvaguardia del patrimonio artístico confiado a su vigilante control. Los Museos Vaticanos le deben mucho a este personaje extraordinario y por eso hemos querido homenajearlo”. (Con informaciones de Vatican News).
Deje su Comentario