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Esto por las declaraciones del Pontífice sobre el conflicto en Gaza emitidas el miércoles.
Foto: Liliana Moraru en Unplash
Redacción (24/11/2023 08:13, Gaudium Press) La reacción judía a las recientes palabras del Papa sobre el conflicto que se desarrolla en Gaza, ha sido más que aguda, contraria; algunos la califican de inédita.
Dos expresiones, una emitida por el Pontífice y otra atribuida a él, han levantado la indignación de los rabinos en Italia.
El Papa se reunió el miércoles, antes de la audiencia general, con un grupo de familiares de los israelíes secuestrados en Gaza, y con familiares de palestinos que han sufrido por la acciones israelíes en Gaza. Por separado, y en lugares diferentes, para evitar cualquier posibilidad de encuentro incómodo.
Los palestinos afirman que el Papa dijo que lo que estaba ocurriendo en Gaza era un “genocidio”: “El Papa ha reconocido que estamos viviendo un genocidio”, afirmó Shrine Halil, cristiana de Belén, quien estaba presente en el encuentro con el Papa. Y contó que el Papa dijo también que “el terrorismo no se puede combatir con terrorismo», es decir, que el Papa había equiparado el ataque de Hamás del 7 de octubre con la respuesta militar israelí.
Tanto el portavoz vaticano Matteo Bruni cuanto el Cardenal Secretario de Estado Parolin han puesto en duda la afirmación “genocidio” de parte del Papa. Pero más difícil es relativizar el tema del “terrorismo”, pues al final de la audiencia general del miércoles el Pontífice afirmó que “Las guerras hacen esto, pero aquí hemos ido más allá de las guerras: esto no es guerra, es terrorismo. Por favor, avancemos por la paz, oremos por la paz”.
La primera reacción desfavorable a estas palabras fue la de algunos de los propios israelíes que se reunieron con el Pontífice:
“No puede haber equivalencia entre Hamás, que es una organización terrorista y se protege de los civiles, e Israel, que defiende a los civiles”: dice Nadav, uno de los familiares de los rehenes israelíes en rueda de prensa en Roma después del encuentro con el Papa. Yehuda también expresó su “decepción”, pues el Pontífice “no mencionó a Hamás ni habló de ella como organización terrorista. Sólo dijo que la guerra debe terminar”.
Pero muchos más importante evidentemente ha sido la declaración del Consejo de la Asamblea de Rabinos de Italia, que se ha preguntado “de qué han servido décadas de diálogo?” entre judíos y católicos.
“El papa acusó públicamente a ambas partes de terrorismo. Estas posturas al más alto nivel siguen a declaraciones problemáticas de distinguidos representantes de la Iglesia en las que no hay ni rastro de condena de la agresión de Hamás o, en nombre de una supuesta imparcialidad, ponen al agresor y al agredido en el mismo plano”, expresó la nota de los Rabinos de Italia.
“Nos preguntamos de qué han servido décadas de diálogo judeo-cristiano hablando de amistad y fraternidad si, en realidad, cuando hay quienes intentan exterminar a los judíos en lugar de recibir expresiones de cercanía y comprensión, la respuesta es de acrobacias diplomáticas, equilibrios y equidistancias gélidas, que son ciertamente distancia pero no equidad”, dice igualmente el comunicado de los rabinos italianos.
Queriendo tender puentes al parecer quebrados, ha hablado el Cardenal Zuppi, presidente del episcopado italiano, diciendo que diciendo que el Papa “no estaba poniendo a todos en el mismo plano” y que el Santo Padre “comprende las motivaciones del gobierno israelí”.
Sin embargo, la reacción judía ya es internacional, y pide aclaraciones al Vaticano:
El Comité Judío Estadounidense, después de agradecer al Papa el encuentro con los familiares de los rehenes añadió en comunicado que “ese mismo día [del encuentro, el Papa], describió la guerra entre Israel y Hamás como ‘más allá de la guerra’ y como ‘terrorismo’- La masacre y el secuestro de civiles por parte de Hamás es terrorismo. La autodefensa de Israel no lo es. Vaticano, por favor, aclárese”.
En la misma línea se ha pronunciado el Centro Simon Wiesenthal, centro de derechos humanos judío en los Estados Unidos, que pidió al Papa que “no olvide que todo el sufrimiento y las pérdidas sufridas desde el 7 de octubre se deben a las intolerables acciones de Hamás”, grupo terrorista que cometió el peor asesinato masivo de judíos desde la derrota de la Alemania nazi y la Segunda Guerra Mundial”.
En resumen, si la esperanza con los encuentros del miércoles era tender puentes para poder influir decisivamente en la búsqueda de la paz, al parecer el efecto fue contrario, al menos en el lado judío.
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