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La parroquia católica de la Sagrada Familia, en la Franja de Gaza, fue blanco de un ataque del ejército israelí que provocó la muerte de dos mujeres, madre e hija, que se refugiaban allí.
Redacción (, Gaudium Press) El pasado sábado 16 de diciembre, la parroquia católica de la Sagrada Familia, en la Franja de Gaza, fue blanco de un ataque del ejército israelí que se saldó con la muerte de dos mujeres, madre e hija, que se refugiaron allí.
La información sobre la muerte de las dos mujeres fue confirmada por el Patriarcado Latino de Jerusalén, que destacó que no hay “terroristas” escondidos en la parroquia. Según un comunicado del Patriarcado Latino de Jerusalén, las dos víctimas muertas, Nahida Khalil Anton y su hija, Samar Kamal Anton, fueron baleadas por un francotirador del ejército israelí mientras se dirigían al baño. El comunicado enfatizó además que la gente no fue notificada ni advertida y que las dos mujeres fueron asesinadas a sangre fría.
El Papa Francisco, durante el rezo del Ángelus de ayer 17 de diciembre, expresó su tristeza por lo sucedido y destacó que la parroquia, la única en Gaza, acogía a familias, niños, enfermos y religiosos, pero no a terroristas. El Santo Padre pidió oraciones por la paz y condenó los ataques contra civiles. El Papa también lamentó el ataque al convento de las Hermanas de la Madre Teresa: los misiles israelíes dañaron el generador de energía y como resultado varias personas con discapacidad y dependientes de respiradores artificiales tendrán que ser reubicadas.
La comunidad católica de la Franja de Gaza, donde la mayoría de la población es musulmana, está compuesta por 135 miembros entre poco más de mil habitantes cristianos, de los cuales la mayoría son ortodoxos. A pesar de ser pequeña, la parroquia es muy activa a la hora de ofrecer actividades a la población más necesitada. Actualmente, con el conflicto que vive la región, la parroquia se ha convertido en un refugio para familias y enfermos. (FM)
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