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Su vida fue un monumento a la paciencia y la piedad.
Redacción (04/02/2024, Gaudium Press) Hoy la Iglesia celebra, entre otros santos, a Santa Juana de Valois, que en un caso singular, fue reina de Francia y también religiosa y fundadora.
Santa Juana de Francia, o Santa Juana de Valois, nace en 1464 como hija de Luis XI y de Carlota de Saboya. Una malformación de su cuerpo y su pequeña estatura hacen que su padre la rechace.
Él la casa con su primo Luis, duque de Orléans, en 1476, quien también le tenía antipatía, lo que ella soportaba con insigne paciencia. A pesar de los desprecios de su esposo, obtuvo que su hermano, el rey Carlos VIII, levantara la condena a muerte a Luis por rebelión.
Finalmente Luis, ya siendo rey pues Carlos murió súbitamente, pleiteó y consiguió que el Papa Alejandro VI anulara su matrimonio con Santa Juana, porque el rey lo había obligado a casarse con ella. Hoy la historia recuerda a Luis XII más por ser el hombre que anuló el matrimonio con una santa…
Alegría de Santa Juana
Pero para Juana de Valois la anulación no fue tristeza sino motivo de alegría, pues le daba más libertad de servir a Dios, que era su deseo principal. No puso ningún obstáculo al proceso de anulación, y su antiguo esposo le dio el ducado de Berry y otros señoríos en recompensa.
Santa Juana de Francia funda en 1501, con la ayuda de su confesor, una orden de religiosas “de las 10 virtudes de Nuestra Señora”, en honor de la Anunciación a la Virgen.
El P. Gabriel Mary, confesor de la ex reina, realiza las constituciones de la nueva orden, que después de algunos obstáculos son aprobadas por Roma.
Tiempo después se autorizó que la Santa profesara en esta nueva comunidad sin hacer noviciado, lo que ocurrió en 1504, para morir pocos meses después; pero murió en religión.
La canoniza Pío XII en 1950. Su comunidad continúa hasta hoy y se dedican a una vida contemplativa.
Con información de El Testigo Fiel
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