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El pasado 15 de febrero se celebró el funeral de Cecilia Gentili, de 52 años, hombre que se identificaba como mujer, quien se declaró como ateo, y que fue uno de los más reconocidos activistas de las causas transgénero.
Foto: Dana Andreea Gheorghe en Unplash
Redacción (19/02/2024, Gaudium Press) Lo que ocurrió en la Catedral de Saint Patrick, iglesia de referencia para los católicos americanos y apreciada en el mundo entero, está siendo calificado por muchos como todo un sacrilegio.
El pasado 15 de febrero se celebró el funeral de Cecilia Gentili, de 52 años, hombre que se identificaba como mujer, quien se declaró como ateo, y que fue uno de los más reconocidos activistas de las causas transgénero, recaudador de fondos con este fin, y quien abogó para que se despenalizara la prostitución en Nueva York y para que la llamada “identidad de género” se considerase como clase protegida por las leyes del estado.
Pero el sacrilegio se configuraría particularmente en la liturgia, en la que el celebrante, P. Edward Dougherty, se refería a Gentili como “nuestra hermana”; en las oraciones de los fieles, el lector rezó por la llamada asistencia sanitaria de afirmación de género. Entre los asistentes a la misa, abundaban las personas transexuales vestidas de manera escandalosa para el recinto sagrado, creando un ambiente que para observadores semejaba un burdel o un desfile de travestis. Se cantó el Ave Cecilia, y se alabó al difunyo con calificativos sinónimos de mujer pública, además de ‘travesti’, ‘bendita’, y ‘madre’.
Respuesta del párroco
El párroco, P. Enrique Salvo, afirmó en un comunicado en el sitio web de la Arquidiócesis de Nueva York que los funcionarios de la Iglesia compartían la “indignación por el comportamiento escandaloso en un funeral aquí en la Catedral de San Patricio a principios de esta semana”.
“La Catedral sólo sabía que la familia y los amigos estaban solicitando una misa funeral para un católico, y no tenía ni idea de que nuestra bienvenida y oración se degradarían de una manera tan sacrílega y engañosa”, dijo Salvo. De hecho, Ceyeye Doroshow, organizador de la misa, declaró al New York Times que “lo mantuve en secreto”.
“Que tal escándalo haya ocurrido en la ‘Iglesia Parroquial de América’ lo hace peor – afirmó el párroco; que haya tenido lugar cuando comenzaba la Cuaresma, la lucha anual de cuarenta días contra las fuerzas del pecado y la oscuridad, es un potente recordatorio de lo mucho que necesitamos la oración, la reparación, el arrepentimiento, la gracia y la misericordia a las que nos invita esta santa estación”, escribió el sacerdote.
“Siguiendo las directrices [del arzobispo cardenal Timothy Dolan], hemos ofrecido una Misa de Reparación apropiada”, dijo Salvo.
Ni la Catedral de Saint Patrick ni la Arquidiócesis están respondiendo los cuestionamientos que los medios hacen sobre los hechos.
No se conoce aún si hay sanciones por lo ocurrido.
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