Basado en la Universidad de Princeton, el Proyecto de Música Sacra Católica busca unir arte, fe y la rica tradición musical de la Iglesia.
Redacción (03/05/2024 16:44, Gaudium Press) Todo comenzó cuando Peter Carter terminó de estudiar interpretación de órgano, canto coral y dirección en la Universidad de Westminster de Nueva Jersey, en los EE.UU.
Allí, él pudo “recibir uno de los niveles más altos de educación coral y formación musical en un conservatorio de música”. Sin embargo, “fue fuera de un contexto católico. Por eso quería cerrar esa brecha y utilizarla para servir a la Iglesia”, dice Carter.
Por vuelta del 2021, se preguntó como podía usar mejor sus dones, el arte que había adquirido, para “promover la renovación de la música sacra”.
Entonces se le ocurrió realizar un “Festival Coral”, que sería el abrebocas del un importante proyecto de música católica. El Festival se realizó en la Catedral de San Pedro y San Pablo, en Filadelfia, y contó con la participación de Sir James McMillan, como director.
Pero luego del Festival, dio inicio el Proyecto de Música Sacra Católica, que ahora tiene su base en la Universidad de Princeton, donde ofrece cursos de dirección, composición y canto coral cada verano, al estilo diplomado, o seminario.
Para músicos, incluso católicos, que quieren sumergirse en la gran tradición musical de la Iglesia
“Muchas personas nunca han escuchado música sacra de la tradición de la Iglesia”, explica Carter, “ya sea el canto gregoriano o de Palestrina. Quizás solo conozcan un ejemplo muy pequeño de todo el tesoro de la tradición de la Iglesia”.
Por ello, el Proyecto de Música Sacra Católica busca permitir “aprender y sumergirse completamente en la tradición de la música sacra de la Iglesia, para que [los músicos católicos] puedan construir la cultura local de su parroquia y comunidad”.
El Proyecto —que cuenta con el patrocinio del Cardenal Robert Sarah, prefecto emérito del Culto Divino— tiene como objetivo no solo brindar formación espiritual y musical a los músicos católicos, sino también promover la santidad a través del patrimonio de la música sacra de la Iglesia. De hecho, la música sacra no solo “nos dispone a la oración”, sino que “predispone el alma a la comunión con Dios”, recalca Carter.
“A diferencia de cualquier otro tipo de música, la música sacra dispone nuestros corazones y almas para encontrar a Cristo en la sagrada liturgia”, explica Carter. “La música sacra nos evangeliza y nos acerca a Cristo, y también se extiende no solo a aquellos que se encuentran en la liturgia, sino también a aquellos que están fuera de la Iglesia y en la cultura en general”.
Conner David McCain, cuenta su experiencia, en el Proyecto de Música Sacra; él es profesor y director de música sacra en el Seminario Saint Joseph en Nueva York. Para él, es algo único en este Proyecto el hecho de que los participantes están unidos por una fe compartida: “entienden el poder de la música en su esencia como una ventana a lo eterno”.
Mientras “a menudo se piensa en el gran talento musical en oposición a la plenitud de la fe”, comenta McCain, “el Proyecto de Música Sacra Católica trabaja para integrar la fe y la música en las vidas de sus participantes, y ese es su mayor valor en mi opinión”.
Con información del National Catholic Register.
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