Si alguien vive cerca de una iglesia, debe tener en cuenta que las campanas tocarán varias veces a lo largo del día, determinó un tribunal de Núremberg.
Redacción (, Gaudium Press) El sonido de las campanas de las iglesias forma parte de la vida en Baviera, y es tan característico como el Oktoberfest. Pero un residente del barrio de Kelheim, que vive cerca de una iglesia parroquial católica, se quejó del ruido que se genera cada quince minutos entre las 6.00 y las 22.00 horas, alegando que el repique de las campanas perjudicaba su salud.
En 2022, el hombre fracasó en su intento de cuestionar el sonar de las campanas, ya que el Tribunal Regional de Ratisbona rechazó su intento de adoptar una medida cautelar. Recurrió esta decisión, pero tampoco prosperó ante el Tribunal Regional Superior de Núremberg.
Luego de las mediciones de ruido realizadas por un perito, el tiempo de toque no excedía el límite de la razonabilidad, estando dentro de los estándares establecidos por la normativa administrativa. “Además, en el contexto de la evaluación y valoración legalmente requerida del caso concreto, el Tribunal Regional tuvo en cuenta tanto la costumbre local como la forma de tocar las campanas, así como el hecho de que el denunciante se había trasladado al lugar hace apenas unos años y con conocimiento de la iglesia parroquial, que tiene 125 años de existencia”.
La decisión del Tribunal Superior Regional en una causa civil, de fecha 15 de febrero, es definitiva: el demandante deberá tolerar el repique de las campanas de la iglesia a la hora acordada. Y los parroquianos podrán continuar gozando de su derecho.
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