“Esto no se puede hacer porque ese no es el sacramento”, declaró el Papa a CBS. Numerosas reacciones a estas declaraciones.
Redacción (21/05/2024, Gaudium Press) Bastantes comentarios está suscitando la entrevista concedida por Francisco a la cadena americana CBS, emitida el pasado 19, particularmente sus afirmaciones sobre la posibilidad de bendición a las parejas del mismo sexo:
“Lo que permití no fue bendecir la unión. Esto no se puede hacer porque ese no es el sacramento. No puedo. El Señor así lo hizo. Pero bendecir a cada persona, sí. La bendición es para todos. Para todos. Bendecir a una unión de tipo homosexual, sin embargo, va en contra del derecho dado, en contra de la ley de la Iglesia. Pero para bendecir a cada persona, ¿por qué no? La bendición es para todos. Algunas personas quedaron escandalizadas”, afirmó el Pontífice sobre el particular.
Entre tanto, desde diversos sectores, llegan respuestas en el sentido de que nadie tomó a escándalo que una persona con inclinación hacia el mismo sexo reciba una bendición, algo que siempre ha concedido la Iglesia para todo tipo de pecadores, y justamente como una invocación de gracias que ayuden a retomar la senda de la virtud.
El problema es que justamente el texto de la declaración Fiducia Supplicans preveía la posibilidad de bendición a parejas homosexuales constituidas en su condición de homosexuales, según el parecer de muchos.
En la presentación introductoria del texto, firmada por el Cardenal Víctor Manuel Fernández, y después de exponer el novedoso y cuestionado concepto de bendiciones pastorales no litúrgicas, se afirma que “es precisamente en este contexto en el que se puede entender la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo, sin convalidar oficialmente su status ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio”. [ndr.: negrita no en el original].
Ya en el texto de la Declaración, se preveía que este tipo de bendiciones no pastorales a esas parejas, buscaban atraer de Dios “aquellas ayudas que provienen de los impulsos de su Espíritu – que la teología clásica llama “gracias actuales” – para que las relaciones humanas puedan madurar y crecer en la fidelidad al mensaje del Evangelio, liberarse de sus imperfecciones y fragilidades y expresarse en la dimensión siempre más grande del amor divino”. Sin embargo, desde diversos ambientes, justamente se afirmó en su momento, que de acuerdo a la doctrina de la Iglesia, cualquier posibilidad de fidelidad al mensaje evangélico de los integrantes de este tipo de parejas era la disolución de esa pareja como tal, unión que no puede ser expresión del profundo amor divino.
El texto contiene variadas indicaciones precisas del carácter y formalidades para este tipo de bendiciones a las “parejas en situaciones irregulares y de parejas del mismo sexo”, no a las meras personas.
Por ello, las declaraciones de Francisco a CBS, más que una aclaración a un texto que puede generar dudas, han sido calificadas como una negación de prácticas permitidas por el documento.
Entre tanto, bien es cierto que las palabras del Papa a CBS dan aún más libertad de interpretación a los muchos contradictores de Fiducia Supplicans que desde su aparición se han suscitado en el mundo entero, y no solo en África. Una reacción contraria tal vez inédita en la Historia de la Iglesia.
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