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El robo se cometió la noche del 21 al 22 de junio. La espada estaba incrustada en la roca a diez metros de altura y parecía imposible que alguien pudiera alcanzarla. ¡Sin embargo, los ladrones lo lograron!
Foto: Wikipedia / Patrick Clenet
Redacción (03/08/2023 11:11, Gaudium Press) El santuario de la ciudad medieval de Rocamadour, en Francia, perdió su tesoro: Durandal, el nombre de la espada mítica que perteneció al caballero Roldán, sobrino de Carlomagno. Cuéntase que esta espada se la dio un ángel a Carlomagno, y que él, a su vez, se la dio a Roldán.
La brèche de Roland – Foto: Wikipedia
Cuenta la leyenda que, en la Batalla de Roncesvalles, Roldán, antes de morir, intentó romper su espada Durandal en una roca para que no cayera en manos de los sarracenos. Pero fue la roca la que se rompió, abriendo la “brèche de Roland” (brecha de Roldán), una abertura en la montaña rocosa, situada en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en la frontera entre España y Francia.
Roldán habría pedido entonces ayuda al Arcángel San Miguel para arrojar su espada con todas sus fuerzas al valle. La espada recorrió milagrosamente varios cientos de kilómetros antes de clavarse en la roca del santuario de Notre-Dame de Rocamadour. Durandal se fijó encima de la puerta de la capilla de Notre-Dame, donde permaneció durante siglos hasta que fue robada.
Según el padre Florent Millet, rector del santuario mariano, fue un voluntario quien notó la desaparición de la espada. Para llegar a la preciosa reliquia, situada a unos diez metros sobre el nivel del mar, los ladrones debieron haber subido al tejado de la capilla de Notre-Dame de Rocamadour, que alberga a la Virgen Negra del santuario.
El alcalde de la ciudad expresó su tristeza por el hecho: “Durandal ha sido una atracción obligada en Rocamadour durante siglos; todos los guías se aseguran de mencionarla durante sus visitas. La desaparición de la espada deja un vacío en Rocamadour. Incluso si fuera una leyenda, los destinos de nuestra ciudad y de esta espada están vinculados”.
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