La historia de San Wenceslao de Bohemia (República Checa) es un tanto tormentosa, como eran muchas de las historias en esos tiempos donde los pueblos recién cristianos estaban saliendo de la barbarie.
Redacción (28/09/2023 09:56, Gaudium Press) La historia de San Wenceslao de Bohemia (República Checa) es un tanto tormentosa, como eran muchas de las historias en esos tiempos donde los pueblos recién cristianos estaban saliendo de la barbarie.
Nace en Praga, por vuelta del año 907. Su padre era cristiano, Wladislao, pero su madre no. Asesinado su padre por los paganos, queda como regente la madre Dragomira, quien era pagana y aprovecha la regencia para desarrollar una política anti-cristiana.
Nieto de una santa
Pero la princesa pagana no sospechaba que su retoño le saldría tan fiel servidor de Cristo, y esto en buena medida por la formación de su abuela, Santa Ludmila, que había sido asesinada por los paganos antes de que Wenceslao fuese rey.
En el año 925 Wenceslao sube al poder, y sobre sus hombros empiezan a pesar las cruces propias del gobierno, y también en buena medida las de la formación cristiana de sus súbditos. El Santo comenzó a destacarse por el gran apoyo que dio a la labor de los sacerdotes.
Pero a diferencia de Wenceslao, su hermano Boleslao optó por el paganismo y movido por un odio tal vez heredado de su madre maquinó su muerte. Atraído por engaño a los territorios dominados por Boleslao, el santo fue asesinado el 28 de septiembre de 935; y como las razones de su muerte fueron tanto políticas como religiosas, se le venera como mártir por la fe.
En una de esas sorprendentes vueltas de la historia, tres años después del fratricidio Boleslao se arrepintió e hizo que se llevasen los restos del santo a la Iglesia de San Vito.
El Gran Duque fue proclamado santo en 1670.
Deje su Comentario