Divididos en nueve coros subordinados uno al otro, los ángeles que se conservaron fieles forman un ejército invencible.
Redacción (29/09/2024, Gaudium Press) Los ángeles fueron dotados por Dios de inteligencia perfectísima y, entretanto, algunos pecaron, rebelándose contra su Creador. Misterio del mal… San Miguel, por su fidelidad, recibió en premio la misión de proteger la Santa Iglesia.
Divididos en nueve coros subordinados uno al otro, los ángeles que se conservaron fieles forman un ejército invencible.
Su número es incalculable. Solo hay tres ángeles cuyos nombres propios las Escrituras Sagradas nos dan a conocer.
San Miguel
San Miguel es el gran capitán del ejército celeste. Su nombre Mi-cha-el significa, ‘¿quién es igual a Dios?’ Cuando Lucifer, ciego por el orgullo, quiso igualarse al Altísimo, Miguel exclamó con voz tremenda: «¿Quién es igual a Dios?» Y acompañado por los ángeles fieles, precipitó desde lo alto de los cielos la tropa rebelde de los apóstatas. Así se tornó el generalísimo del incontable ejército de los santos ángeles.
Se ve, en los profetas, que era el protector del pueblo de Israel; ahora lo es de la Iglesia.
San Gabriel
San Gabriel, cuyo nombre significa Fuerza de Dios, anuncia al profeta Daniel la época de la gran obra de Dios, la época del Hijo de Dios hecho hombre, Cristo condenado a la muerte, la remisión de los pecados, el Evangelio predicado a todas las naciones, la ruina de Jerusalén y de su templo, la condenación del pueblo judío.
Es el mismo ángel Gabriel que predice al sacerdote Zacarías, en el templo, en el santuario, junto al altar de los perfumes, el nacimiento de un hombre que será llamado Juan, o lleno de gracia, y que no anunciará más la venida del Salvador, sino que lo apuntará:
«¡Es el Cordero de Dios! ¡Es quien quita los pecados del mundo!»
Es el mismo arcángel, siempre enviado para anunciar grandes hechos, que irá a la humilde casa de Nazaret a anunciar a la Virgen María la mayor de todas las cosas; comunicar que, sin dejar de ser virgen, ella daría a luz al Hijo del Altísimo, que sería llamado Jesús o Salvador, porque sería el Salvador del mundo.
Es ese glorioso arcángel que nos enseña a decir tal como él: «¡Ave-María, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre las mujeres!»
San Rafael
San Rafael, cuyo nombre significa Médico o cura de Dios, se da a conocer a Tobías:
«Cuando orabais, vos y Sara vuestra nuera, o presentaba el memorial de vuestras oraciones delante del santo; y cuando sepultabais los muertos, estaba presente junto a vosotros.
Cuando no os negasteis a levantaros de la mesa y dejar vuestra cena para amortajar un muerto, el bien que practicabais no permanecía oculto; pues yo estaba con vosotros.
Y porque eres agradables a Dios, fue necesario que fueseis probados. Ahora, sin embargo, Dios me envió para curaros, a vos y a Sara, esposa de vuestro Hijo.
¡Soy Rafael, uno de los siete ángeles que presentan las oraciones de los santos, y que pueden enfrentar la majestad del Santísimo!»
San Miguel, San Rafael, San Gabriel, ¡Rogad por nosotros!
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