Ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Pontífice continuó el ciclo de catequesis sobre el tema “El Espíritu y la Esposa”.
Redacción (09/10/2024 11:36, Gaudium Press) Durante la audiencia general de este miércoles 9 de octubre, el Papa Francisco continuó el ciclo de catequesis sobre el tema ‘El Espíritu y la Esposa’. Ante miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Pontífice reflexionó sobre el papel del Espíritu Santo en la universalidad y unidad de la Iglesia.
Francisco explicó que el Espíritu Santo “empuja a la Iglesia hacia afuera”, para acoger a un número creciente de pueblos, pero al mismo tiempo los acerca, consolidando la unidad lograda.
El Espíritu Santo no logra la unidad de manera abrupta
Al mencionar la conversión del centurión Cornelio como un nuevo Pentecostés que rompió las barreras entre judíos y paganos, Francisco afirmó que “Pentecostés no fue sólo el comienzo de la misión de la Iglesia entre los judíos, sino también el presagio de la misión entre los gentiles”.
Además, el Santo Padre enfatizó que el Espíritu Santo no realiza la unidad de manera abrupta, sino mediante un trabajo discreto, respetando los tiempos y las diferencias humanas. Luego recordó el Concilio de Jerusalén como un ejemplo de búsqueda de la unidad de manera sinodal, a través de la oración, el debate y el discernimiento conjunto.
“Lo que el alma es al cuerpo humano, lo es el Espíritu Santo al cuerpo de Cristo, o sea a la Iglesia”, esta definición de San Agustín sobre la unidad realizada por el Espíritu Santo, se ha vuelto clásica y nos ayuda a comprender que “El Espíritu Santo no realiza la unidad de la Iglesia desde fuera; no nos ordena simplemente que estemos unidos. Él mismo es el ‘vínculo de la unidad’”, aseguró Francisco.
Finalmente, el Papa pidió al Espíritu Santo que nos ayude a ser instrumentos de unidad y paz, no sólo en la Iglesia, sino también en nuestras relaciones personales. “Todos deseamos la unidad, pero sólo se puede lograr cuando ponemos a Dios en el centro, no a nosotros mismos. Unidad es caminar juntos hacia Cristo, y no esperar que otros lleguen hasta donde estamos nosotros. Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a ser instrumentos de unidad y de paz”, concluyó. (EPC)
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