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El Papa Francisco presidió la Misa de canonización de 14 nuevos santos en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. El Pontífice destacó la importancia del servicio y advirtió sobre los peligros de los deseos mundanos de gloria y poder.
Redacción (21/10/2024 11:50, Gaudium Press) El pasado domingo 20 de octubre, el Papa Francisco presidió la misa de canonización de 14 nuevos santos, entre ellos 11 mártires que dieron su vida en Siria por negarse a renunciar a la fe. Durante la ceremonia, celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa destacó que todos estos santos ejemplificaron la esencia de la vida cristiana: el servicio.
Entre los canonizados se encuentran 11 mártires: el padre Manuel Ruiz López y sus siete compañeros; los hermanos Francis, Mooti y Raphael Massabki; y tres fundadores: el padre Joseph Allamano, la hermana Marie Leonie Paradis y la hermana Elena Guerra. Cada uno de ellos vivió su vocación de manera ejemplar, demostrando virtudes heroicas y testimoniando la santidad en su vida.
El verdadero llamado del servicio cristiano
El Prefecto del Dicasterio de la Causa de los Santos, cardenal Marcello Semeraro, junto con los postuladores de las causas de canonización, fueron quienes presentaron a los futuros canonizados al Papa Francisco, al inicio de la ceremonia.
Durante la homilía, el Papa Francisco definió a los nuevos santos como “discípulos del Evangelio” y recordó que todos siguieron el camino de Jesús: el “servicio”.
Comentando el extracto del Evangelio del día, que narra el episodio en el que Santiago y Juan piden un lugar a derecha e izquierda en el Reino de Cristo, el Santo Padre explicó que los apóstoles, en ese momento, tenían una lógica de poder diferente de la lógica de Jesús, que es servicio.
Ejemplos de vida y servicio
Por esta razón, Francisco enfatizó que la fe y el apostolado no deben usarse para alimentar deseos mundanos o ambiciones de poder. Al contrario, como Cristo, los nuevos santos canonizados se convirtieron en servidores de sus hermanos y se mostraron siempre creativos para hacer el bien, perseverantes en las dificultades y generosos hasta el final.
“El servicio nace del amor, y el amor no conoce fronteras, el amor no calcula, se entrega y da”, reiteró el Pontífice. El Papa invitó a los cristianos a reflexionar sobre la llamada de Jesús al servicio, alejándose de la búsqueda de la gloria personal.
Recordó las palabras del Evangelio del día, en las que Jesús responde a la petición de Santiago y Juan: “¿Qué queréis que haga por vosotros?” y “¿Puedes beber la copa que yo voy a beber?” Según el Papa, estas preguntas nos invitan a examinar nuestros deseos reales y eliminar cualquier ilusión de interés propio.
Al concluir su homilía, el Papa Francisco exaltó a los 14 nuevos santos, hombres y mujeres que vivieron no para su propia gloria, sino para la gloria de Dios. Pidió a los fieles orar por la intercesión de estos santos para que ellos también puedan seguir a Cristo en el servicio, convirtiéndose en testigos de esperanza para el mundo. (FM)
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