El Pontífice pidió a los fieles mirar este sacramento como el inicio de una participación activa y comprometida en la Iglesia.
Redacción (30/10/2024 17:20, Gaudium Press) Durante la audiencia general de este miércoles 30 de octubre, el Papa Francisco continuó el ciclo de catequesis sobre la presencia y acción del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia, poniendo de relieve el papel transformador papel de los Sacramentos, en particular la Confirmación.
Si por el Bautismo nacemos, por la Confirmación crecemos
El Pontífice definió este sacramento, a través del cual actúa de manera particular el Espíritu Santo, como un “Pentecostés” personal. Destacando que la Confirmación representa el fortalecimiento de la Fe y el compromiso de vivir y testimoniar el mensaje cristiano en la madurez espiritual, el Papa afirmó que “si por el Bautismo nacemos, por la Confirmación crecemos”.
Luego recordó las palabras de san Pablo a los Corintios, en las que el Apóstol describe el Espíritu como prenda de nuestra fe: “El que nos confirma en Cristo y nos consagra, es Dios. Nos marcó con su sello y puso la prenda del Espíritu en nuestros corazones” (2Cor 1,21-22). “El Espíritu Santo es el sello con el que Cristo nos confirma como hijos de Dios y testigos de su verdad. Nos marca con su sello y nos consagra a vivir en Cristo y con Cristo”, explicó Francisco.
Sacramento esencial para fortalecer la vida cristiana y la identidad espiritual
Destacando la Confirmación como sacramento de crecimiento y madurez, esencial para fortalecer la vida cristiana y la identidad espiritual de los fieles, el Papa aseguró que “así como el Bautismo es el sacramento del nacimiento, la Confirmación es el sacramento del crecimiento. Es él que nos da la fuerza para testimoniar la fe y asumir una vida cristiana madura”.
El Pontífice pidió a los fieles que no vean el sacramento de la Confirmación como una ‘extremaunción’ o un hito de despedida, sino como el inicio de una participación activa y comprometida en la Iglesia. “Dicen que es el sacramento de la despedida, porque una vez que lo reciben los jóvenes se van y sólo volverán para la boda. Sino que debemos convertirlo en un sacrificio de participación, una participación activa en la vida de la Iglesia”.
Reavivar la llama del Espíritu Santo en nuestras vidas
Según él, este sacramento es una llamada al compromiso con la misión profética, real y sacerdotal. El Santo Padre cree que “puede ser útil obtener ayuda para la preparación para el Sacramento de fieles laicos que han tenido un encuentro personal con Cristo y una verdadera experiencia del Espíritu. Algunas personas dicen que lo vivieron como un florecimiento del Sacramento de la Confirmación que recibieron cuando eran niños”.
Para concluir, citando una vez más al apóstol San Pablo, el Papa Francisco invitó a todos los bautizados a reavivar la llama del Espíritu Santo en sus vidas. “San Pablo exhortó a Timoteo a ‘reavivar la llama del don de Dios’ (2 Tim 1,6) y el verbo utilizado sugiere la imagen de alguien que sopla sobre el fuego para reavivar su llama. ¡He aquí una hermosa meta para el año jubilar! Quitar las cenizas de la costumbre y de la falta de compromiso, convirtiéndonos, como los portadores de la antorcha en las Olimpiadas, en portadores de la llama del Espíritu. ¡Que el Espíritu nos ayude a dar algunos pasos en esta dirección!” (EPC)
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