Antes de rezar ayer el Ángelus en la plaza de San Pedro, el Papa instó a los fieles a combatir la tentación de la hipocresía que reside en todos y a hacer el bien con discreción. Según Francisco, el espíritu de responsabilidad implica humildad y generosidad, sin orgullo.
Redacción (11/11/2024 11:55, Gaudium Press) Ayer, 10 de noviembre, a propósito del evangelio del 32º domingo del tiempo ordinario, en el que Jesús denuncia la hipocresía de algunos escribas, Francisco reflexionó sobre el tipo correcto de autoridad, cercano a los humildes y alejado de los corruptos. “Algunos, por el prestigio y poder de que gozaban, menospreciaban a los demás, se daban aires y, escondiéndose detrás de una fachada de falsa respetabilidad y legalismo, se arrogaban privilegios y hasta les robaban a los más débiles, como las viudas”, detalló el Pontífice, lamentando que hayan transformado su papel, muy apreciado en la sociedad, “en un instrumento de arrogancia y manipulación”.
“La oración corría el riesgo de dejar de ser para ellos un momento de encuentro con el Señor, sino una oportunidad para ostentar respetabilidad y falsa piedad, útil para atraer la atención y obtener aprobación”.
Invitando a mantenerse alejados, a ser prudentes y a no imitar a estas personas, el Papa destacó el comportamiento de los “corruptos”, “alimentando un sistema social y religioso en el que era normal aprovecharse de los demás, especialmente de los más desfavorecidos, cometiendo injusticias y garantizando la impunidad”.
A diferencia de estas personas, Jesús, a través de sus palabras y ejemplo, enseña cosas muy diferentes sobre la autoridad. “Habla de ella en términos de abnegación y de servicio humilde, de ternura materna y paternal hacia las personas, especialmente hacia los necesitados”, subrayó el pontífice, invitando a quienes ocupan puestos de autoridad a “mirar a los otros desde su posición de poder, no para humillarlos, sino para elevarlos, darles esperanza y ayuda”.
Como cada domingo, el Papa concluyó con algunas preguntas para hacer un examen de conciencia: “¿Cómo me comporto en mis áreas de responsabilidad? ¿Actúo con humildad o me enorgullezco de mi posición? ¿Soy generoso y respetuoso con las personas o las trato con dureza y autoridad? Y con mis hermanos y hermanas más frágiles, ¿estoy cerca de ellos, sé inclinarme para ayudarlos a levantarse?
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