Una discípula del Padre Amorth publica “Tú eres mi ruina”

Se trata de Sor Angela Musolesi, religiosa franciscana.

Redacción (22/11/2024 11:00, Gaudium Press) Religión En Libertad ha publicado algunos apartes de la obra “Tú eres mi ruina”, de autoría de Sor Angela Musolesi, religiosa franciscana discípula del P. Gabriele Amorth, quien fue durante muchos años exorcista de la diócesis de Roma.

El arcángel San Miguel traspasa la parte maldita

“Durante una oración de liberación inspirada por el poder del Espíritu le pido a San Miguel que traspase con su espada la parte maldita de la persona. ‘El cretino’ me responde: ‘Bastarda, tú y ese de allá, con esa espada quema todo cuando traspasa’. ¡Viva el arcángel San Miguel!”.

Las pupilas malditas

“Una mujer me llamó por un problema familiar. Una hechicera los había maldecido en nombre de su tía, envidiosa de la vida pacífica que llevaban. Sin embargo, a esta familia le faltaba fe, no iban a Misa y no se confesaban. En un determinado momento de sus vidas todo se esfumó, la hermosa empresa de alimentos que les proporciona sustento cayó en bancarrota y ellos perdieron la paz familiar”.

“Les pedí que hicieran inmediatamente una oración de liberación que está en nuestro sitio web. Luego empecé a orar por ellos por teléfono. Durante las oraciones de liberación, el marido solo sentía dolor de cabeza, la esposa también presentaba los mismos síntomas pero, además, le dolía la cara. Invoqué al Espíritu Santo sobre ella y le pedí que descendiera y pasara por todo su cuerpo. No hubo reacciones significativas, pero la señora me dijo que tenía escalofríos”.

“En mi cabeza escuché una voz que me repetía: ‘Las pupilas, las pupilas’. Le pedí al Espíritu Santo que descendiera sobre las pupilas de esta mujer y ella tuvo una reacción fuerte, tanto que me dijo: ‘iBasta! iBasta!’ Al insistir sobre el matrimonio y sobre las pupilas de la mujer, la familia se liberó y se acercó a la fe. Ahora llevan una vida sacramental como quiere nuestro Señor y la empresa se va recuperando poco a poco”.

Problema telefónicos

“Mientras realizaba una oración telefónica de liberación a una señora, la línea se caía continuamente, a pesar de que los teléfonos estaban en perfecto estado de funcionamiento y las barras de la señal al máximo. En cierto momento, inspirado por el Espíritu Santo, dije con firmeza”.

“’En el santo nombre de Cristo Jesús ordeno y mando a cualquier legión demoníaca que perturbe la llamada telefónica que se vaya inmediatamente por la poderosa intercesión de la Inmaculada Virgen María’. Hubo una perturbación de frecuencia, pero en ese momento la calidad de la llamada fue perfecta y la señora reaccionó gritando”.

El demonio que escupe

“Acordamos reunirnos con este señor, dados los extraños trastornos que manifestaba tras ser maldecido por su vecina-una bruja-. Lo llamaré Salvador. Nada más llegar me dijo que vio una luz extraña cerca de mí que lo cegó y le impedía mirarme a la cara. Comencé con la oración de liberación con un canto al Espíritu Santo y Salvador me dijo que tenía un fuerte dolor de estómago. Invoqué a los santos y pedí, en nombre de Cristo, que Salvador fuese liberado por el amor de Dios».

“Al oír la frase: ‘Que sea libre de toda legión demoníaca’, el demonio salió y comenzó a mirarme directamente a la cara con un gesto desafiante. Entiendo que quisiera escupirme pero, inspirado por el Espíritu divino, pronuncié, vuelto hacia él: ‘Bajad, ángeles de Dios, y detened los demonios que están dentro de Salvador’. De repente, el demonio instantáneamente inclinó su cabeza hacia abajo y ya no pudo levantarla para escupirme en la cara. Continué con la oración y el demonio sentenció: ‘Claro, porque ellos están aquí no te puedo escupir en la cara’, y muchas otras palabras que prefiero no mencionar. Parecía atado con cadenas, ya no podía moverse”.

“Terminé la oración y Salvador me miró y me dijo: ‘¿Pero a cuántos has llamado?’ Yo respondí: ‘¿En qué sentido, qué has visto?’. ‘He visto muchos ángeles y en particular a San Miguel que vino corriendo en cuanto lo llamaste. Parecían un verdadero ejército, armados de oración y de amor, y lo que había dentro de mí los odiaba y trataba de maldecirlos, pero ellos estaban a mi lado y me consolaban’. Alabado sea el Señor por el don de sus ángeles”.

Beneficios varios con métodos innovadores

-“El agua exorcizada ejerce un poder perturbador que no debe subestimarse, como lo demuestra este testimonio: ‘Hermana Angela, quería decirle que en la habitación de mi hija, mi pareja encontró un clavo grande y bonito. Ella lo tomó, lo movió y luego tomó el agua exorcizada y, cuando estaba haciendo la señal de la cruz, se le quedó pegada la mano a la frente, tuvo que llamarme al trabajo y yo tuve que volver a casa para quitársela’.

-“La conversión de las lágrimas. Yo digo: ‘En el santo nombre de Jesús convierto las lágrimas de esta hermana mía -nombre- en bendiciones, por intercesión de la Virgen María’. Al decir esta frase cuando el diablo ya se ha manifestado, a veces se enfada. Una vez gritó: ‘¿Qué me quedará si conviertes todas sus lágrimas en bendiciones?’. Y en otra ocasión: ‘Si todas sus lágrimas se convierten en bendiciones estoy jodido’.

–“Reemplazo de las maldiciones. Siempre cuando el diablo ya se ha manifestado, le causa cierto sufrimiento la frase: ‘En el santo nombre de Jesús sustituyo las maldiciones puestas sobre esta hermana mía por bendiciones por intercesión de la santísima Virgen María’.

–“Virgen María, pídele tú a Jesús… Hace un par de meses que sigo por teléfono a una mujer de Roma y he observado que tiene una maldición derivada de su árbol genealógico y un rito macumba en el estómago. El diablo muchas veces reacciona provocando escalofríos o dolores de estómago. Antes de iniciar la oración, hace poco, escuché una voz junto a mi oído que me decía: ‘Llámame y estaré contigo’. Me arrodillé ante mi pequeña estatua de la Virgen María del Monte Carmelo y pedí: ‘Virgen María, te encomiendo esta tarde esta oración de liberación, en particular te encomiendo a Josefina -nombre ficticio-’. Empecé a orar y las reacciones del ‘cretino’ fueron mucho más crueles. El apoyo y la protección de María hacia nosotros lo enojan mucho, como él mismo admitió varias veces durante el ministerio de la liberación”.