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Un hombre fue condenado a dos años de prisión por robar objetos litúrgicos en el oeste de Francia. Los acusados cometieron más de 30 robos en dos años.
Redacción (03/08/2023 11:11, Gaudium Press) Un hombre de 43 años fue condenado el lunes 25 de noviembre a dos años de prisión. El encarcelamiento fue ordenado por el tribunal judicial de Quimper, en el oeste de Francia. El acusado fue juzgado por el robo de unos 170 objetos litúrgicos a lo largo de una serie de 30 hurtos cometidos en iglesias situadas en la región de Bretaña y otras zonas del oeste de Francia.
Entre los objetos sustraídos se encontraban cálices, copones y candelabros. Los objetos litúrgicos no sólo tienen valor económico, sino también valor cultural y espiritual, como lo reconoce la justicia. Según el tribunal, los objetos robados tenían un valor potencial de mercado de aproximadamente 35 mil euros.
Sin embargo, el acusado declaró que ganó menos de 5 mil euros con los robos, mientras que el juez estimó que pudo haber obtenido alrededor de 9 mil euros en ganancias. Se cree que contó con la ayuda de su expareja para revender los objetos.
El caso plantea dudas sobre la seguridad de las iglesias y capillas abiertas al público, especialmente en zonas menos vigiladas. El vicefiscal reforzó la necesidad de proteger estos espacios que, además de ser lugares de culto, atesoran un rico patrimonio histórico y cultural.
Un ciclo de crímenes
El acusado, que ya tenía una veintena de condenas en su expediente, admitió durante el juicio que al principio no se dio cuenta de la gravedad de sus acciones. “Como robé en iglesias, no tenía la sensación de hacer daño a nadie”, dijo al tribunal. La fiscal adjunta Marie-Noëlle Collobert, sin embargo, calificó las acciones de “saqueo del patrimonio nacional” y destacó el impacto negativo sobre la libertad de culto.
Las investigaciones revelaron que el imputado utilizó el dinero obtenido de la venta de objetos robados para financiar juegos de azar y comprar drogas. En total, se robaron 169 artículos; 33 fueron recuperados del vehículo del sospechoso en el momento de su arresto, mientras que los otros 136 fueron vendidos a anticuarios bajo la falsa afirmación de que pertenecían a capillas privadas.
Arresto e investigación
La detención del acusado tuvo lugar en abril de 2019, tras una infracción de tráfico en el norte de Francia. Durante la parada, la policía encontró alrededor de 40 objetos religiosos en su coche, lo que motivó su arresto. Era fundamental una investigación conjunta entre las fuerzas policiales de las dos regiones para conectar los robos a las iglesias y el arresto del sospechoso.
La operación de investigación comenzó en febrero de 2019, cuando agentes especializados en objetos de arte descubrieron objetos litúrgicos en una tienda de antigüedades de la ciudad de Le Mans, poco después de los primeros robos denunciados en tres iglesias del oeste de Francia. Este descubrimiento fue crucial para identificar al sospechoso. (FM)
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