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En mayo había entrado en vigor una reglamentación que prohibía casarse entre empleados del IOR. Pero esta pareja venía preparando su boda desde febrero.
Foto: Thái An en Unplash
Redacción (06/12/2024 08:26, Gaudium Press) La causa de los dos empleados despedidos del IOR, el Instituto para las Obras de Religión, más conocido como el banco vaticano, ha sido asumida de lleno por la Adlv, lo más cercano a un sindicato de empleados de la Santa Sede.
Como fue ampliamente divulgado, se trata de dos empleados del IOR que contrajeron matrimonio a finales de agosto pasado, y por ello recibieron una comunicación del banco declarando “terminada la relación laboral” de ambos.
Ocurría que en mayo había entrado en vigor una reglamentación interna, que estipulaba que los empleados del IOR no podían casarse entre ellos, y que en el caso en que lo hicieran, uno de ellos debería pedir dimisión en el trascurso de 30 días, so pena de que ambos fuesen despedidos, algo que justamente ocurrió con los esposos en cuestión.
Pero ellos, antes de ser despedidos, escribieron al Papa pidiendo su intercesión, y alegaron que desde febrero ya habían avanzado en los preparativos de la boda, algo que habían comunicado a la institución.
“Ya han pasado dos meses desde que, en cumplimiento del Reglamento del IOR que entró en vigor el 2 de mayo, nuestros antiguos compañeros fueron despedidos después de celebrar su boda el pasado mes de agosto”, se lee ahora en la comunicación del sindicato vaticano.
“Sentimos la necesidad de expresar nuestra más profunda solidaridad con este joven matrimonio, marcado ya por muchos acontecimientos personales, que la fe cristiana reconoce como esas cruces que Dios permite en la vida como lugares privilegiados de encuentro con Él y como herramienta para hacer brillar en los fieles la esperanza de la Resurrección ante el mundo”, declara la asociación Adlv..
“Si, por un lado, estamos seguros de que Dios cuidará de ellos y de sus hijos, no podemos silenciar la voz de nuestra conciencia que reconoce los rasgos de injusticia y falta de caridad en la medida que afectó a estos dos antiguos colegas”, continúa Adlv, que expresa que “la aplicación de un Reglamento, aunque sea necesaria en el gobierno de cualquier institución, no puede dejar de tener en cuenta el hecho de que toda institución está formada por personas y se rige en virtud de la actividad y la profesionalidad de estas misma personas”.
Dice el sindicato que el reglamento del IOR contradice reglamentos previos
“Como bautizados —prosigue— desde pequeños hemos aprendido que el amor al prójimo es la base de la vida cristiana y ahora, a la luz de los hechos que han desbordado la vida de esta pareja, seguimos desorientados al constatar con cuanta frialdad se ha aplicado una norma que no está exenta de críticas, ya que entra en conflicto con el Reglamento General de la Curia Romana y con el Reglamento de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, así como con los principios generales del derecho”.
“Esperamos que la dramática situación vivida por esta familia sea tomada en serio por los Superiores prepósitos y que se comprometan a recontratarlos —también en otros Dicasterios/Organismos vaticanos o italianos— para poner fin a la situación de precariedad que realmente corre el riesgo de volverse insostenible”. Concluye la Adlv que “después de una serie de solicitudes enviadas por la Adlv a las oficinas competentes sobre este triste asunto, sin recibir respuesta alguna, renovamos hoy nuestro llamamiento, junto con la solidaridad con los dos antiguos compañeros, confiados en que, como la súplica de la viuda insistente de la parábola evangélica (Lc 18, 1-8), llegará a la mente y al corazón de quienes tienen la pesada carga de decidir sobre el futuro de una nueva familia”.
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