El morado del Papa anima a hablar más del cónclave.
Redacción (10/12/2024 10:03, Gaudium Press) Cardenal es cada uno de los príncipes de la Iglesia, que conforman según un dicho no sancto el ‘club’ más exclusivo del mundo, que entre otras cosas ha elegido de entre su seno y desde hace mucho al más poderoso monarca de la tierra, el que tiene las llaves del cielo (Cf. Mt 16, 19) y muchas de las de la tierra.
Pero ‘Cardenal’ también es, según el diccionario de la Real Academia, toda mancha amoratada que surge en la piel después de un golpe u otra causa, como la que se pudo observar en la quijada del Papa ya en su reunión con hermanas carmelitas el pasado 6, y que los portavoces oficiales atribuyeron a un golpe con su mesa de noche, aunque no faltaron los suspicaces que pusieron en duda esta versión (algunos llegaron a hablar de una animada discusión habida ad intra los sagrados muros vaticanos). El cardenal del Papa se encuentra del lado derecho de su barbilla y es bien visible y amplio.
Entretanto, y como también está siendo noticiado, el cardenal del Papa sirve para recordar a todos su avanzada edad, pues estos ‘morados’ se hacen más visibles con los años, ya que a medida que se envejece la piel se vuelve más fina y pierde parte de la capa protectora de grasa que protege los vasos sanguíneos de lesiones. Los vasos sanguíneos pequeños que se ubican en la capa superior de la epidermis se rompen con más facilidad, y la sangre se despliega más.
Sí, Francisco pronto cumplirá 88 años (17 de diciembre), y es forzoso que se piense en el cónclave, pues ya es el cuarto Papa en ejercicio de más edad en toda la historia, solo debajo de Agatón, que alcanzó los 102 años, León XIII que murió a los 93, y Clemente XII que lo hizo a los 88 años.
Esa situación ya prende o da gasolina a los motores de agoreros y previsores del futuro del Papado, y desde hace rato se dice que nos encontramos en situación de pre-cónclave, vaya a saberse lo que es eso.
La situación es esta: Entre los 140 Cardenales electores, 80 por ciento fueron escogidos por el Papa Bergoglio (6 por Juan Pablo II y 24 por Benedicto), pero los analistas son unánimes en afirmar que esto no es garantía de que su sucesor seguirá su línea, lo que se confirma por la historia de los cónclaves, y porque incluso de los escogidos por él, son no pocos los que no han pensado diferente, como por ejemplo los 27 cardenales africanos actuales, en su mayoría elegidos por Francisco, que rechazaron en bloque la declaración Fiducia Supplicans, que abría la puerta a bendiciones de parejas homosexuales. “Muerto un Papa, se hace otro”, reza el dicho, indicando que muchas cosas pueden pasar, no tanto las fotocopias.
También se cita en favor de la tesis de la aleatoriedad, que el cónclave que eligió al ‘progresista’ Bergoglio era de los más conservadores de los tiempos recientes, pues esos cardenales habían sido creación de Wojtyla y Ratzinger, o que los que escogieron al ‘conservador’ Wojtyla eran cardenales creados por el ‘progresista’ Montini. De hecho, la historia parece dar razón a esa tesis.
En cualquier caso, por encima de cábalas, está la realidad. Y la realidad a veces sorprende, a veces no tanto. Amanecerá y veremos. Con la ayuda de Dios. (CCM)
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