Cuando la sangre no se licua, los fieles locales, que lo interpretan como un aviso de que puede ocurrir algún desastre, son invitados a rezar oraciones penitenciales.
Redacción (17/12/2024 17:43, Gaudium Press) El pasado 16 de diciembre se repitió en la Catedral de Nápoles (Italia) el tradicional milagro de San Genaro, en el que la sangre del Santo, almacenada en una ampolla, se licua. El padre Gregorio Vincenzo expuso el relicario que contenía la sangre del santo a las 9.00 horas (hora local), pero el milagro no se produjo por la mañana como de costumbre, sino que fue anunciado a las 17.43 horas, para alivio de los fieles.
Fenómeno se repite tres veces al año
Este fenómeno normalmente ocurre tres veces al año: la primera vez es el primer domingo de mayo; el segundo es el 19 de septiembre, fiesta de San Genaro; y el tercero es el 16 de diciembre, cuando recordamos el milagro producido por la intercesión del Santo que evitó una catástrofe tras la erupción del volcán Vesubio en 1631.
Cuando la sangre no se licua, los fieles locales, que lo interpretan como un aviso de que puede ocurrir algún desastre, son invitados a rezar oraciones penitenciales, como el salmo “Miserere”, pidiendo a Dios perdón por los pecados cometidos. Según los registros históricos, la primera licuefacción de la sangre de San Genaro tuvo lugar el 17 de agosto de 1389.
El procedimiento sigue la ceremonia tradicional
Para comprobar si la sangre está licuada, el procedimiento es el siguiente: El Arzobispo de Nápoles retira la ampolla guardada en la Capilla del Tesoro de San Genaro, ubicada en el interior de la Catedral de Nápoles.
La sangre contenida allí permanece en estado sólido y tiene un color rojizo oscuro. El prelado agita la ampolla con movimientos específicos y bien definidos, todos ellos basados en la tradición. En cierto momento, la sustancia contenida en el recipiente comienza a disolverse hasta quedar completamente líquida. (EPC)
Deje su Comentario