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El apostolado del fundador de los Heraldos del Evangelio es reconocido por numerosos miembros del clero, siendo un importante aporte a la Iglesia.
Redacción (20/12/2024 08:18, Gaudium Press) Mons. João Scognamiglio Clá Dias, fundador de los Heraldos del Evangelio, ha dejado un legado importante para la Iglesia católica. Su apostolado es reconocido por numerosos miembros del clero, religiosos y laicos. A continuación expresiones sobre ese legado, de boca de prelados brasileños.
Fidelidad de Mons. João Scognamiglio Clá Dias
El Cardenal Arzobispo de São Paulo, Mons. Odilo Pedro Scherer, destacó la fidelidad de Mons. João Scognamiglio Clá Dias a las enseñanzas de la Iglesia Católica afirmando que “esta fidelidad a la Iglesia significa que su Obra se mantiene también en la Iglesia. La Iglesia cuida, la Iglesia bendice y, siendo Obra de la Iglesia, producirá sus frutos para la Iglesia”.
En una nota, el purpurado ya había resaltado que Mons. João Clá “se destacó por su liderazgo y su compromiso de acercar a los jóvenes a vivir más intensamente la vida cristiana, la devoción a la Santísima Virgen María y la comunión con la Iglesia, incluso en medio de dificultades e incomprensiones”.
Ganamos otro Santo en los cielos
Mons. Sérgio Aparecido Colombo, obispo de Bragança Paulista, destacó también la fidelidad de Mons. João Clá a la Iglesia, diciendo que de esta lealtad nació su deseo de llevar adelante esta hermosa obra de evangelización de nuestro tiempo (los Heraldos del Evangelio), que ya ha traspasado fronteras y ha llegado a tantas partes del mundo.
El prelado considera que el recuerdo de monseñor João Clá permanecerá, por su amor a la Iglesia y porque en los desafíos que afrontó para hacer realidad esta obra no le faltó la Providencia de Dios.
“Deja un legado de Evangelización, haciendo honor al nombre de esta obra Heraldos del Evangelio, que ahora, sus hijos con la Iglesia, seguirán realizando”. Y concluyó asegurando que “al mismo tiempo que sufrimos la pérdida de Monseñor, ganamos otro Santo en el cielo”.
Don de Dios a la Iglesia Católica
Para Mons. Benedito Beni dos Santos, Obispo emérito de la Diócesis de Lorena, el gran legado que mons. João Clá deja a la Iglesia católica “es sobre todo su testimonio de vida. Fue una persona fiel a la Iglesia, fiel incluso en el silencio. Supo sufrir en silencio, esperar la recompensa de Dios”.
El prelado recordó la gran devoción mariana de monseñor João. “Él siempre creyó que, a través de Nuestra Señora, el bien vencerá al mal, Cristo triunfará”. Uno de los frutos de esta confianza y de este amor son los Heraldos del Evangelio. “Podemos decir que esta es su mayor gloria, pues es un legado que deja para toda la Iglesia”, garantizó.
“Una vida enteramente consagrada a Cristo, a Nuestra Señora y a la Iglesia. Una vida llena de buenas obras. Ni siquiera es posible, en este momento, enumerar todas las obras que monseñor João Clá realizó en su vida. Fue un regalo de Dios para la Iglesia no sólo aquí en Brasil sino para la Iglesia universal. Y ahora, en la eternidad, está aún más presente en la Iglesia. Podemos decir que vuestro amor por la Iglesia se convierte ahora en Amor Universal”, aseguró.
Tres instituciones reconocidas por la Santa Sede
El cardenal Raymundo Damasceno, arzobispo emérito de Aparecida comentó que monseñor João Clá “buscó servir a Dios, a la Iglesia con mucha fidelidad, con mucho amor, mucha generosidad” y que dejó como legado tres instituciones reconocidas por la Santa Sede: la familia de los Heraldos del Evangelio, que es una Asociación de creyentes del Derecho Internacional con reconocimiento pontificio; y las dos Sociedades de Vida Apostólica, Virgo Flos Carmeli y Regina Virginum.
Recordando el carisma de los Heraldos del Evangelio, el cardenal Damasceno explicó que los Heraldos tienen la misión de evangelizar dando testimonio de la belleza en la liturgia y en la vida cotidiana. “¡Es un legado muy valioso! Espero que la familia de los Heraldos del Evangelio crezca cada vez más y que, fieles a las enseñanzas de Monseñor João Clá, puedan seguir viviendo este carisma que él dejó, de llevar el Evangelio a todas las personas a través de la palabra, del testimonio, a través de la belleza y que puedan dar muchos frutos”, concluyó. (EPC)
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