Esta mañana el Papa abrió la segunda puerta jubilar, en la cárcel de Rebibbia.
Redacción (26/12/2024 10:13, Gaudium Press) Hoy, día de San Esteban protomártir, el Papa rezó el Ángelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, y meditó sobre los cristianos hoy perseguidos y martirizados a causa de su fe. En estos nuevos mártires resalta su voluntad de hacer conocer a todos el don de la salvación que Cristo trajo al mundo.
Esta mañana también el Papa ha abierto la segunda puerta santa de este jubileo ordinario de 2025, que ya había iniciado cuando Francisco abrió la puerta santa de la Basílica de San Pedro, en la pasada nochebuena de 2024. Hoy el Pontífice estuvo en la cárcel de Rebibbia, uno de los mayores centros penitenciales de Italia, donde en la capilla del Padre Nuestro fue dispuesta una puerta santa para que toda la comunidad de ese centro penitenciario pudiera atravesarla, haciendo visible el signo de la misericordia y del perdón propio de un periodo jubilar.
En el Ángelus de hoy, Francisco resaltó que San Esteban, moribundo, rezó por sus asesinos: “En efecto, aunque a primera vista Esteban parece sufrir impotente la violencia, en realidad, como hombre verdaderamente libre, sigue amando incluso a sus asesinos y ofrece su vida por ellos, como Jesús en la cruz, para que se arrepientan y, perdonados, reciban la vida eterna”. Así, San Esteban refleja el rostro de Dios que quiere que todos se salve, que quiere que los hombres extraviados vuelvan a Él arrepentidos.
“Lamentablemente, hoy, en diversas partes del mundo, hay muchos hombres y mujeres perseguidos, a veces hasta la muerte, a causa del Evangelio. Lo que hemos dicho de Esteban vale también para ellos. No se dejan matar por debilidad, ni por defender una ideología, sino para hacer partícipes a todos del don de la salvación. Y lo hacen principalmente por el bien de sus asesinos, y rezan por ellos”, dijo el Papa.
El Pontífice concluyó sus palabras invitando a preguntarse si cada cristiano siente el deseo de que todos los hombres conozcan a Dios y se salven, y si cada uno alimenta también el deseo de que los que nos provocan sufrimientos caminen hacia el bien. También invitó a la oración “por tantos hermanos y hermanas perseguidos por la fe”.
Con información de Vatican News.
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