La humorista Lalachus presentó ante las cámaras una foto del cuerpo del Corazón de Jesús pero con la cabeza de una vaca aureolada.
Redacción (03/01/2025 10:38, Gaudium Press) La exhibición blasfema ocurrida en Televisión Española en nochevieja, cuando la ‘humorista’ Lalachus expuso ante cámaras una estampa con el cuerpo del Sagrado Corazón de Jesús en actitud de bendición, pero cuyo rostro había sido reemplazado por el de una vaca, con cuernos pero aureolada, sigue teniendo mucha repercusión en el país ibérico, en su gigantesca mayoría negativa.
Por ejemplo, la Asociación Católica de Propagandistas ha publicado un Manifiesto “de condena por la ofensa al cristianismo en Televisión Española”.
Esta Asociación, que realiza un apostolado de propaganda católica en la vida pública, ve un patrón-programático en este tipo de ofensas a lo sagrado, y pide una reacción: “Debemos denunciar una supuesta laicidad que primero restringe lo religioso a la esfera privada, después crea un ámbito público hostil al hecho religioso, haciendo escarnio de la fe, y termina en un confesionalismo que, a pesar de las proclamas de neutralidad, acaba imponiendo determinadas opciones ideológicas como las únicas que pueden manifestarse en público”.
La ACdP también se refirió a la amenaza del Ministro de Presidencia, Félix Bolaños, quien en apoyo a Lalachus dijo que buscaría la reforma de la legislación que en España pune la ofensa de tipo religioso: “Desde la Asociación Católica de Propagandistas exigimos una disculpa y una reparación por parte de Televisión Española, y la retirada de cualquier proyecto para eliminar del Código Penal la protección de los sentimientos religiosos de la sociedad”.
Pronunciamientos de Obispos
También ha habido manifestaciones de autoridades eclesiásticas. Además del pronunciamiento del presidente del Episcopado español, Mons. Luis Argüello —quien reaccionó lamentado que “TVE haga burla del símbolo del Corazón tan querido por los católicos”, se pronunció vía X Mons. Jesús Sanz Montes, Arzobispo de Oviedo: “Dio la campanada al filo de la medianoche en tve, no englutiendo las uvas que le sobran, sino tratando de ofender a los cristianos con su vaca de corazonada. Si probara a hacerlo con Mahoma, no tendría ninguna gracia acaso le sea más ‘diver’ y revolucionario. Ánimo, Lalalan”, expresaba también de forma irónica el prelado.
Por su parte el Obispo de Vitoria, Mons. Juan Carlos Elizalde, se manifestó también vía X: “Los católicos no somos ciudadanos de segunda y menos en un país donde la inmensa mayoría de ciudadanos están bautizados o son hijos de católicos. Ante el ataque desde un ente público a la amplia comunidad cristiana, nuestra respuesta firme y sin fisuras: respeten la fe en Cristo”.
El Obispo de San Sebastián, Mons. Fernando Prado Ayuso, hizo una invitación a no ver TVE el fin de año: “Conocidas las audiencias, decir que más de 43.000.000 millones de habitantes no siguieron las campanadas por la cadena pública TVE. El año que viene seremos muchos más. Invito a ‘protestar’ eligiendo entre otras opciones”, afirmó. El Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, dedicó su última carta pastoral al repudio a la blasfemia, carta en la que expresó su “reprobación más absoluta a actos como este, que traspasan todas las barreras del respeto mutuo”.
Indiscutiblemente, es en las redes sociales donde la polémica ha estado más viva, y los grandes medios por lo general se limitan a registrarla.
Al menos dos grandes portales de peticiones han abierto sus espacios para que el público manifieste su rechazo a lo ocurrido, y plantée varias exigencias. Uno es Peticiones Católicas, y otro HazteOir.org. Esta última asociación ya presentó demanda contra Lalachus y el presidente de RTVE, y otro tanto hizo la asociación de Abogados Cristianos, la cual afirmó que la exposición blasfema “denota un claro menosprecio y burla hacia los ritos y símbolos del catolicismo y supone una vejación, una injuria y un ultraje hacia los sentimientos religiosos y las creencias católicas”.
Repercusiones políticas
El asunto de la exhibición blasfema ya adquirió ribetes políticos, en buena medida por el rápido apoyo que dio a Lalachus el Ministro de Presidencia y su anuncio de reforma de la legislación sobre ataque a los sentimientos religiosos. Las declaraciones del ministro Bolaños incluso suscitaron la reacción del Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC), que responsabilizó al mandatario por las ofensas y ataques de cualquier naturaleza que se produzcan a partir de ahora contra los creyentes: El ministro “ha apoyado la inaceptable burla de las campanadas de fin de de año contra los católicos y ha anunciado su intención de reformar, es decir derogar, el delito de ofensas religiosas”. “La reacción de Bolaños demuestra que lo sucedido en la televisión pública es un paso más de la hoja de ruta gubernamental contra los derechos y las libertades de los creyentes”, ha dicho ese Observatorio.
Es claro que Lalachús ha recibido también el respaldo de un número significativo de cibernautas, algunos de los cuales han aprovechado la ocasión para en sus redes sociales multiplicar las manifestaciones blasfemas, en un intento consciente o subconsciente de acostumbrar a los católicos a la blasfemia. Pero al parecer este intento ha sido fallido, pues la indignación se mantiene, a la par de la exigencia de que nunca más se repitan, menos en la televisión que pagan todos los españoles.
El propio ministro Bolaños parece haber comprendido lo fuera de lugar que fue la manifestación de su deseo de reformar la legislación penal sobre sentimientos religiosos. En un post en X del día de ayer, ya no hizo alusión a ello, ni llamó a los que reaccionarion de ultras, sino que meramente acusó a los denunciantes de Lalachús de “perseguir en los juzgados a personas que no piensan como ellos”. El posicionamiento del ministro Bolaños, ha suscitado las reacciones de rechazo de numerosos dirigentes políticos de fuerzas distintas a la suya.
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