“El amor es la única luz que puede indicar el camino hacia la salvación”, dijo el Papa Francisco

En la solemnidad de la Epifanía del Señor, el Pontífice destacó tres características de la estrella que guió a los Magos hasta Belén: es luminosa, visible para todos e indica un camino.

Redacción (07/01/2025, Gaudium Press) Ayer lunes 6 de enero, en la Solemnidad de la Epifanía del Señor, el Papa participó en la celebración de una Misa en la Basílica vaticana. En su homilía, el Pontífice destacó tres características de la estrella que guió a los Magos a Belén: es luminosa, visible para todos e indica un camino.

Con nuestro amor podemos llevar a Jesús a las personas que conocemos.

En tiempos de Jesús, muchos gobernantes se consideraban ‘estrellas’, porque se sentían importantes, sin embargo, ninguno de ellos reveló el milagro de la Navidad a los Reyes Magos. Fue otro tipo de luz, simbolizada por la estrella, que ilumina y calienta, arde y se deja consumir. La estrella nos habla de la única luz que puede mostrar a todos el camino hacia la salvación y la felicidad: la del amor.

“En primer lugar, el amor de Dios, que se hizo hombre y se entregó a nosotros sacrificando su vida. Luego, por repercusión, ese [amor] con el que también estamos llamados a gastarnos unos por otros, convirtiéndose, con su ayuda, en signo recíproco de esperanza, incluso en las noches oscuras de la vida”.

Así como la estrella guió con su brillo a los Magos hasta Belén, así también nosotros, con nuestro amor, podemos llevar a Jesús a las personas que encontramos, haciéndoles conocer, en el Hijo de Dios hecho hombre, la belleza del rostro del Señor y de su manera de amar, hecha de cercanía, compasión y ternura.

La estrella es visible para todos los que miran al cielo

El Santo Padre explica que la estrella era visible para todos, pero sólo los Reyes Magos la notaron brillando en el cielo. Herodes y los escribas ni siquiera perciben su presencia. Sin embargo, la estrella siempre está ahí, accesible a cualquiera que mire al cielo en busca de una señal de esperanza.

“Este es también un mensaje importante: Dios no se revela en círculos restringidos o a unos pocos privilegiados, sino que ofrece su compañía y guía a quienes lo buscan con corazón sincero. De hecho, muchas veces Él se anticipa a nuestras demandas, viniendo a buscarnos incluso antes de que se lo pidamos”, aseguró.

La estrella, que ofrece su luz a todos los que están en el cielo, nos recuerda que Dios, haciéndose hombre, viene al mundo para encontrarse con cada hombre y mujer de la tierra. Ella está en el cielo para que su luz sea visible para todos, para que llegue a todos los hogares y supere cualquier barrera, llevando esperanza a los rincones más recónditos y olvidados del planeta.

La estrella indica el camino hacia el encuentro pleno con Cristo

Finalmente, la estrella indica un camino. Según el Papa, este es un punto importante sobre el que reflexionar, especialmente teniendo en cuenta el Año Santo que inició hace poco, en el que uno de los gestos distintivos es la peregrinación.

Recordando las palabras de San Juan Pablo II con ocasión del Jubileo del año 2000, Francisco afirmó que “la luz de la estrella nos invita a emprender un camino interior que libere nuestro corazón de todo lo que no sea caridad, para “tener la posibilidad de encuentro pleno con Cristo”.

Según el Pontífice, sólo convertidos y perdonados, confesando nuestra fe en Cristo y recibiendo la abundancia de su misericordia, podremos anunciar a todos, con entusiasmo misionero, “la proximidad del Reino de Dios”. (EPC)