Francisco tampoco leyó esta vez el texto de la meditación, en la continuación de sus catequesis sobre “Jesús, nuestra esperanza”.
Foto: Screenshot Youtube Vatican Media
Redacción (12/02/2025 10:37, Gaudium Press) En su catequesis de hoy, que también debió ser leída por un funcionario debido a problemas de bronquitis del Papa, Francisco se centró en el nacimiento de Jesús en Belén, destacando la humildad de Dios, que eligió nacer en un tiempo y lugar particulares, y en las circunstancias más humildes.
El Papa explicó que la forma del nacimiento de Cristo fue “inaudita” para un rey. Jesús no nació en un palacio real, sino en la parte trasera de una casa, en el lugar donde se guardaban los animales.
Los primeros testigos del nacimiento del Mesías fueron sencillos pastores, y sin embargo, dijo el Papa, estos ejercían la misma ocupación “por la que el propio Dios se da a conocer a su pueblo”. Y Él los elige como los primeros destinatarios del anuncio más grande de todos los tiempos: “Os ha nacido un Salvador, que es Mesías y Señor”.
También aquí, el Papa Francisco se centró en las humildes circunstancias de la aparición de Jesús: los pastores lo encuentran acostado en un pesebre, un comedero. La buena noticia de que su Salvador, el Mesías, se encuentra en “un lugar muy humilde, reservado a los animales… abre sus corazones al asombro, a la alabanza y al anuncio gozoso”.
Capaces de asombro y alabanza ante Dios
El Pontífice invitó a los fieles a buscar la gracia de ser capaces de “asombro y alabanza ante Dios”, como lo fueron los pastores, “y de ser capaces de valorar lo que Él nos ha confiado: los talentos, los carismas, nuestra vocación y las personas que pone a nuestro lado”.
Por último, dijo: “Pidamos al Señor ser capaces de discernir en la debilidad la fuerza extraordinaria del Niño Dios, que viene a renovar el mundo y a transformar nuestras vidas con su proyecto lleno de esperanza para toda la humanidad”.
Con información de Vatican News.
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