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Los nuevos Diáconos pertenecen a la Congregación de Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús.
Foto: Brett Jordan / Unplash
Redacción (18/03/2025 15:06, Gaudium Press) Monseñor Inácio Lucas Mwita, Obispo de la Diócesis de Gurué, Mozambique, exhortó a cinco seminaristas que ordenó diáconos el 16 de marzo a servir al pueblo de Dios con contentamiento y satisfacción, manifestando alegría.
En su homilía durante la ordenación diaconal de los cinco miembros de la Congregación de Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (SCI), también conocidos como Dehonianos, el obispo Mwita instó a los ordenandos a guiar a otros hacia una fe más profunda en Jesús a través del amor y el servicio.
“Como diáconos, ministros de Jesucristo, quien se presentó como siervo entre sus discípulos, esfuércense de todo corazón por hacer la voluntad de Dios con amor, sirviendo al Señor y también sirviendo a la humanidad con alegría”, dijo el obispo durante la celebración eucarística celebrada en la Catedral de San Antonio de Lisboa, de la Diócesis de Gurué.
Y añadió: “Procuren ser un ejemplo. Que quienes los vean, a través de su trabajo y su testimonio, crean más en Jesús”.
Los peligros de la idolatría
Mons. Mwita advirtió a los diáconos electos sobre los peligros de la idolatría, diciendo: “Como saben, nadie puede servir a dos señores. Consideren toda impureza y apego al dinero como esclavitud e idolatría. Al acercarse libremente al Orden del Diaconado, como aquellos elegidos por los apóstoles para el ministerio de la caridad, deben ser hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría”.
Al animar a los diáconos electos a tener a Jesús como modelo de liderazgo en el servicio, el prelado dijo: “Con la ayuda de Dios, deben comportarse de una manera que refleje siempre el verdadero discipulado de Cristo, quien vino no para ser servido, sino para servir”.
“Queridos hijos, al ingresar a la Orden de Diáconos, observen el ejemplo que el Señor les ha dejado, para que, como Él actuó, ustedes también puedan actuar. Él es el fundamento de su vida consagrada en los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús. El camino en el que nunca deben detenerse es Cristo. El camino donde no hay margen de error es Cristo”, dijo el Ordinario Local de Gurué desde su consagración episcopal en marzo de 2021.
No apartarse del Evangelio
Instó a los diáconos electos a permanecer fieles a la misión de servicio, diciendo: “No se aparten de la esperanza del Evangelio, del que deben ser ministros, no solo oyentes. Conserven el misterio de la fe con una conciencia pura. Que sus obras reflejen la Palabra de Dios que predican, para que el pueblo cristiano, guiado por el Espíritu Santo, se convierta en un pueblo santo y agradable a Dios”.
“El camino a la santidad es la perseverancia en la oración, el trabajo diligente, la caridad pastoral, la sencillez, la humildad y el cuidado de los pobres, los presos y los enfermos”, dijo Mons. Mwita.
Reflexionando sobre la decisión voluntaria de los diáconos de dejarlo todo para servir al pueblo de Dios, dijo: “Esto es a la vez un signo y un incentivo para la caridad pastoral, que los llama a dedicarse por completo a sus hermanos y hermanas. Es una fuente de sabiduría en el mundo. En lugar de tener uno, dos o tres hijos, todos los de su parroquia, en su comunidad, son sus hermanos e hijos. Ámenlos. Den toda su vida por ellos”.
“Movidos por una caridad sincera y viviendo en perfecta consagración, se unirán más fácilmente al Señor con un corazón indiviso. Se dedicarán con mayor disposición al servicio de Dios y de la humanidad, y con mayor libertad, servirán a la obra de la regeneración sobrenatural. Arraigados y firmes en la fe, preséntense irreprensibles y puros ante Dios y los hombres, como corresponde a un ministro de Cristo y administrador de los misterios de Dios”, dijo.
El servicio específico del diácono
El prelado prosiguió reflexionando sobre la misión de los diáconos: “Fortalecidos por los dones del Espíritu Santo, los diáconos tienen la tarea de asistir al obispo y a su presbiterado en el servicio de la Palabra, el altar y la caridad, presentándose como servidores de todos”.
“Un diácono sirve a la Iglesia apoyando al obispo en la predicación, en la caridad, en el altar y, sobre todo, sirviendo a todos. Los diáconos son ministros del altar, proclaman el Evangelio, preparan el sacrificio y distribuyen el Cuerpo y la Sangre del Señor a los fieles”, añadió.
El obispo mozambiqueño recordó a los diáconos electos el llamado a la santidad, diciendo: “Hay muchas maneras de llegar a ser santos hoy. Lo que les sucedió a los santos de la Edad Media está sucediendo en nuestra tierra, en nuestro país, hoy. Necesitamos conocer a Jesucristo; necesitamos seguir su ejemplo para santificarnos verdaderamente”.
Con información de AciAfrica.
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