“No pensaba hacer esto”: El P. Huerta, su labor como exorcista y la respuesta de la Iglesia al mal

El padre Declan Huerta Murphy, exorcista de la diócesis de Cuenca, en España, comparte su experiencia en la lucha espiritual contra el mal y el papel de la Iglesia. Este jueves 27 de marzo ofrecerá una conferencia sobre el tema.

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Redacción (26/03/2025 10:42, Gaudium Press) Desde hace seis años, el padre Declan Huerta Murphy ejerce el ministerio de exorcista en la diócesis de Cuenca, España, donde atiende casos variados que van desde posesiones hasta vejaciones o infestaciones, causadas por ritos africanos, caribeños, o incluso influencias tipo ‘mal de ojo’.

El sacerdote, quien además ocupa el cargo de secretario Canciller del Obispado y es profesor permanente en el Instituto Teológico San Julián, compartirá su experiencia en una conferencia titulada Las acciones del maligno y la respuesta de la Iglesia, este jueves 27 de marzo a las 19:30 en las Escuelas Aguirre, en Madrid. En su intervención, abordará cómo la Iglesia enfrenta las manifestaciones demoníacas, tanto en su práctica cotidiana como en los rituales de exorcismo.

El Camino del Padre Declan Huerta

Para realizar labores de exorcista, un sacerdote debe recibir una licencia especial otorgada por el obispo, quien posee la plenitud del sacerdocio según la teología católica. Esta licencia permite al sacerdote ejercer el ministerio de exorcismo dentro de su diócesis. El P. Declan Huerta comparte esta responsabilidad con el P. Alberto Carnicero, párroco de La Paz, también en Cuenca. Juntos trabajan para ayudar a las personas afectadas, rezando y llevando a cabo los rituales de liberación.

El P. Huerta es consciente que nunca se imaginó rezando el ritual del exorcismo junto a un afectado por la acción del demonio.  “Yo no me ordené sacerdote pensando en hacer esto, pero he llegado a esta labor por un sentido de obediencia y lealtad”, cuenta. La decisión fue tomada tras recibir la indicación del obispo, y desde su nombramiento en 2019, ha atendido seis casos de exorcismo, en los que algunos se experimentó liberación inmediata, mientras que otros necesitaron un proceso más largo de oración.

El proceso del exorcismo: discernimiento y rituales

El padre Huerta explica que antes de realizar un exorcismo, es fundamental pasar por varios filtros. “Lo primero es recibir a la persona, charlar y que te cuente su problema”, relata. En muchos casos, el sacerdote se encuentra con gente que, aunque experimenta sufrimiento, no tiene una influencia demoníaca directa, sino que enfrenta otros tipos de dificultades. En estos casos se busca ofrecer consuelo y guía a través de la oración.

Sin embargo, cuando las personas presentan señales claras de posesión —como reacciones ante palabras religiosas o agua bendita— se comienza el ritual de exorcismo. Este ritual, que ha sido aprobado por la Santa Sede, abarca una serie de oraciones, imposición de manos, y la renuncia a satanás. El P. Huerta describe cómo el exorcista se dirige al maligno en nombre de Jesucristo, pidiendo su liberación. Sin embargo, enfatiza que el exorcismo no es una solución mágica, es un proceso espiritual que requiere la implicación personal de la persona afectada.

¿Hay muchos casos de exorcismo, es necesario el exorcismo frecuente?

Si bien las representaciones cinematográficas, como la famosa película El Exorcista, muestran casos extremos de posesión, el padre Huerta recalca que en la realidad los casos de exorcismo son mucho más moderados y menos dramáticos. “Las experiencias extremas que se muestran en las películas no son lo común”, asegura. En Cuenca, la mayoría de los casos atendidos por el equipo de sacerdotes no son de posesión total, sino más bien de vejaciones o trastornos más moderados, que a veces se deben a influencias externas como objetos o rituales de culturas extranjeras.

El sacerdote también aclara que hay “puertas abiertas” que pueden hacer a las personas más vulnerables a la acción del maligno. Algunas de las que él menciona son exceso de ira, marcado desprecio hacia los demás, la manipulación y el espiritismo. “Estas son circunstancias que te pueden debilitar, haciéndote más manipulable frente al maligno”, advierte.

Seis Puertas al Mal: Cómo Prevenir la Influencia del Maligno en Nuestras Vidas

Es por ello que, aunque “no se trata de que hagas una cosa en concreto”, cualquiera puede dejar “puertas abiertas a la acción del maligno”, especialmente tras incurrir en alguno de los siete pecados capitales.

El exorcista enumera seis de esas puertas que, según su experiencia, pueden suponer “daños y peligros”:

1. Rencores y odios: Si tienes grandes rencores, odios en tu vida, es una circunstancia que te puede debilitar, haciéndote más manipulable frente al maligno.
2. Manipulación: Si manipulas la vida de las personas y no las respetas, puedes abrir una puerta al mal.
3. Sexualidad desenfrenada: Una sexualidad desordenada y desenfrenada también puede ser una puerta peligrosa.
4. Desprecio por la dignidad: El desprecio por la dignidad de otras personas es una actitud que puede hacerte vulnerable al maligno.
5. Espiritismo: Practicar el espiritismo con la intención de dominar espíritus o conocer el futuro es otro factor de riesgo.
6. Técnicas de sanación no cristianas: Dejarte imponer las manos por técnicas supuestas de sanaciones orientales puede abrir una puerta al mal.

El exorcista destaca que estos peligros y daños “pueden ser prevenidos”, aunque aclara que “no se trata de magia blanca”, de oraciones que tienen per se eficacia garantizada.

“No es tan sencillo”, aclara. “Es fundamental tener una implicación personal, y lo primero que debes hacer es rechazar el pecado en tu vida. Si hay algo que está fuera de lugar, que no se ajusta a los Diez Mandamientos —no por debilidad, sino por obstinación—, es necesario vivir una vida cristiana coherente. Ese es el principal método preventivo”.

“El ministerio del exorcismo me ha permitido comprender mejor que el demonio es una criatura angélica que se rebeló, no es el anti Dios, ni esa figura de poder desmesurado ante la cual solo queda el temor. El maligno sabe más por viejo que por diablo, y juega con nuestros temores y nuestra ignorancia. Comprender esto me ha fortalecido enormemente en mi fe. He llegado a darme cuenta de que Dios es el único Dios y que, frente a Él, nada puede resistirse”, concluye.

Prevención y lucha espiritual

El padre Huerta insiste en que la prevención del mal no se basa en rituales mágicos ni en oraciones superficiales, sino en una vida cristiana coherente. “Tienes que tener una implicación personal, y lo primero es rechazar el pecado en tu vida”, resalta. Para él, la clave está en mantener una vida espiritual congruente y alineada con los mandamientos, protegiéndose así de las influencias del maligno.

Este jueves, en su conferencia, el padre Declan Huerta ofrecerá más detalles sobre cómo la Iglesia responde a los desafíos del mal, compartirá su visión sobre cómo el ministerio del exorcismo puede ayudar a las personas a encontrar consuelo y liberación en momentos de sufrimiento espiritual.

Con información de Religión y Libertad y vocesdecuenca.com