Desde 1903, un Papa no había sido enterrado fuera del Vaticano.
Foto: Vatican Media
Redacción (26/04/2025, Gaudium Press) Tras la misa de exequias en la Plaza de San Pedro, ceremonia presidida por el Cardenal Decano Re, concelebrada por 980 ministros, y a la que asistieron numerosos jefes de Estado —desde el presidente Trump hasta los Reyes de España pasando por el presidente de Ucrania— el Papa Francisco ya yace en su tumba de la Basílica Santa María la Mayor, lugar que él señaló en su testamento para que fueran depositados sus restos.
En un encuentro con Francisco en el 2022, el coadjutor de la Basílica mariana, Cardenal Makrickas, le sugirió que fuera enterrado allí. “En ese momento dijo que no, porque los papas son enterrados en la Basílica de San Pedro”, respondió Francisco, según relató ayer el Cardenal lituano. Pero una semana después, Francisco lo llamó de la Casa Santa Marta, y le pidió que comenzara a preparar su tumba ahí, pues había recibido inspiración en ese sentido.
Antes de llegar a la Basílica mariana ubicada en la colina del Esquilino, el cortejo con el ataúd del Papa Bergoglio pasó por lugares emblemáticos de Roma, como el Coliseo, el Corso Vittorio Emmanuele y la plaza Venezia, en un recorrido de 6 kilómetros realizado por un ‘papamóvil’ adaptado para la ocasión, en calles asistidas con numerosos peregrinos. Era la primera vez que el cuerpo de un Papa fallecido no iba a yacer en el Vaticano, desde el deceso de León XIII en 1903, que fue enterrado en la Basílica San Juan de Letrán, sede de la diócesis de Roma. El anterior Papa que fue enterrado en Santa María la Mayor había sido Clemente IX en 1669.
En la ceremonia de inhumación del cuerpo de Francisco, privada e íntima, estuvieron presentes, entre otros, el Cardenal camarlengo, Kevin Farrell, el Cardenal Vicario de la Diócesis de Roma, el prefecto de la Casa Pontificia Mons. Sapienza, el Maestro de Ceremonias Mons. Ravelli y los familiares del Papa argentino. Los sellos del Camarlengo, de la prefectura de la Casa Pontificia, de la Oficina de ceremonias litúrgicas, y del capítulo Liberiano, fueron imprimidos sobre el ataúd. Un notario registró en un acta el recuento de la ceremonia de entierro.
Homilía del Cardenal Re
En la homilía de la ceremonia de exequias, el Cardenal decano agradeció en nombre de todos los cardenales la presencia de quienes asistieron a la ceremonia, especialmente a los jefes de Estado y de gobierno, y a las delegaciones oficiales venidas de todos los rincones del planeta.
Tras confiar a Dios el alma del pontífice fallecido, el Cardenal Re hizo un recuento de algunos de los hitos del pontificado que termina, desde su elección el 13 de marzo de 2013 cuando Francisco fue escogido para suceder al Papa Ratzinger, pontificado en el que “conservó su temperamento y su forma de guía pastoral, y dio de inmediato la impronta de su fuerte personalidad en el gobierno de la Iglesia, estableciendo un contacto directo con las personas y con los pueblos”, destacando entre muchos otros puntos sus “47 agotadores viajes apostólicos”.
Al final de su homilía, el Cardenal Re, ante tantos líderes mundiales, destacó las gestiones y llamados por la paz del pontífice fallecido, “invitando a la sensatez, a la negociación honesta para encontrar soluciones posibles, porque la guerra —decía— no es más que muerte de personas, destrucción de casas, hospitales y escuelas. La guerra siempre deja al mundo peor de como era en precedencia: es para todos una derrota dolorosa y trágica”.
Multiculturalidad en la liturgia
La liturgia fue ejemplo vivo de la universalidad de la Iglesia.
La primera lectura, de los Hechos de los Apóstoles (10, 34-43), en inglés, fue realizada por Kielce Gussie. El salmo, 22, fue cantado por el coro en latín. La segunda lectura, de la Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses (3, 20 – 4, 1), fue recitada en español por Edgar Pineda. A su turno, las oraciones de los fieles fueron leídas en francés, árabe, portugués, polaco, alemán y chino.
Tras la comunión, asistida por 200 ministros de la comunión y más de 4 mil sacerdotes, la Misa de funeral concluyó con una triple oración que la Iglesia reza sólo en los funerales de los Papas. Justo después de la bendición final, se realizará el rito de último elogio y la despedida (ultima commendatio et valedictio).
Delegaciones presentes
En la ceremonia, delegaciones de países de todo el mundo estuvieron presentes.
Delegaciones de Argentina, Italia y Estados Unidos, de los soberanos reinantes de Andorra, Bélgica, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, España, Jordania, Lesotho, Liechtenstein, Luxemburgo, Mónaco, Orden de Malta, Suecia, 12 en total. A continuación vienen las delegaciones con jefes de Estado de Albania, Alemania, Angola, Armenia, Australia, Austria, Belice, Bosnia y Herzegovina, Brasil, Canadá, Cabo Verde, Chipre, África Central, República Democrática del Congo, Croacia, Ecuador, Estonia, Estados Unidos de América, Finlandia, Francia, Gabón, Georgia, Honduras, Hungría, India, Indonesia, Irlanda, Islandia, Kenia, Letonia, Líbano, Lituania, Macedonia del Norte, Madagascar, Malta, Moldavia, Mozambique, Montenegro, Filipinas, Polonia, Portugal, República Dominicana, Rumania, San Marino, Seychelles, Sierra Leona, Eslovaquia, Eslovenia, Suiza, Timor Oriental, Togo, Ucrania y la Unión Europea, 53 en total.
También participaron las delegaciones con los Príncipes Herederos de Noruega y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, y las de los Jefes de Gobierno de Andorra, Bangladesh, Bélgica, Bulgaria, Grecia, Luxemburgo, Marruecos, Nueva Zelanda, Palestina, Países Bajos, Qatar, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Serbia, Suiza y Chequia, un total de 15.
Foto: Vatican Media
Luego llegó la delegación con la esposa del jefe de Estado de Colombia; 6 delegaciones con vicejefes de Estado de Burundi, Cuba, El Salvador, Guinea Ecuatorial, Tanzania y Zimbabwe; 3 delegaciones con Viceprimeros Ministros de España, Eswatini y México; 7 delegaciones con presidentes de parlamentos de Azerbaiyán, Bielorrusia, Chile, Nigeria, Uganda, Paraguay y Turquía; 14 delegaciones con Ministros de Asuntos Exteriores de Argelia, Burkina Faso, Japón, Malí, Mongolia, Namibia, Noruega, Perú, Sudán del Sur, Túnez, Sri Lanka, Uruguay, Venezuela, Zambia.
Hubo 9 delegaciones de organizaciones internacionales, incluidas la ONU, el Consejo de Europa, el FIDA, el PMA, la OIT, la OMS, el ACNUR, la OIM y la OSCE. También están presentes ministros de Bahréin, Camerún, Costa de Marfil, Egipto, Guatemala, Irán, Kirguistán, Malasia, Pakistán, Federación Rusa, Arabia Saudita, Senegal, Singapur, Siria, Chad, Tailandia y los Emiratos Árabes Unidos.
También llegaron a Roma altos funcionarios de China, Irak, Mauricio, Uzbekistán y los embajadores de Bahamas, Bolivia, Costa Rica, Haití, Israel, Jamaica, Kuwait, Malawi, Nicaragua, Myanmar, Papua Nueva Guinea, Vanuatu, Omán, Ruanda y San Vicente y las Granadinas. Por último, otras personalidades de Gambia, Sudán y Saint Kitts y Nevis, así como delegaciones adicionales de Kosovo y Vietnam.
Con información de Vatican News
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