Más de 1.000 participantes recorrieron el centro de la ciudad acompañando al Santísimo Sacramento.
Foto: Archivo
Redacción (19/05/2025, Gaudium Press) El Centro de Información Católica (CIC) celebró el sábado su tercera Procesión Eucarística anual en Washington, D.C., en la que más de 1.000 participantes recorrieron el centro de la ciudad con el Santísimo Sacramento.
El padre Charles Trullols, director del CIC, declaró a CNA que el día fue “perfecto”.
El evento comenzó con una misa en la capilla del CIC. El grupo de asistentes era tan grande que no cabía en la capilla, por lo que hubo gente que vio la misa en una pantalla exterior, donde al final se le llevó la comunión.
La procesión comenzó después de la misa y fue encabezada por los portadores de la cruz y los cirios, así como por hermanas religiosas y niños que recientemente hicieron la primera Comunión y depositaron pétalos de rosa delante de la Eucaristía.
El Padre Trullols llevó el Santísimo Sacramento en la custodia y lo sostuvo en alto para que la multitud pudiera presenciarlo y seguirlo. Un coro, sacerdotes y laicos siguieron detrás, atravesando el centro de la ciudad.
Mientras el grupo caminaba, los participantes rezaron y entonaron cantos. Algunos transeúntes se unieron y otros se arrodillaron al paso de la procesión.
Gerard McNair-Lewis, director de desarrollo del CIC, señaló que el evento se celebra durante mayo, “el mes de María”. “¿Qué mejor manera de celebrar a María que honrar la presencia eucarística de su Hijo?”, dijo.
El grupo pasó cerca al palacio presidencial. Por esa razón, la Eucaristía en la procesión fue “el tabernáculo más cercano a la Casa Blanca”, dijo McNair-Lewis. Es “un gran testimonio de que se celebran actos religiosos en la capital de nuestra nación”.
A lo largo de la procesión, el grupo se detuvo en diferentes lugares para arrodillarse ante el Santísimo Sacramento y escuchar el Evangelio. En una de las paradas, Monseñor Charles Pope habló frente a la oficina de Asuntos de Veteranos.
Mons. Pope elogió a los veteranos y a los militares, señalando que
“muchos arriesgan sus vidas para que otros puedan vivir con mayor seguridad y libertad”. Dijo que esas personas “imitan a Jesús, quien da su vida para que podamos vivir eternamente”.
Krista Anderson, una asistente de Virginia, comentó a CNA que su esposo, Michael Simpson, fue un sargento del Ejército de los Estados Unidos muerto en Afganistán. Ella sintió que el momento en que se honró a los veteranos fue un mensaje de Dios.
Craig Carter viajó a Washington por motivo de trabajo, lo cual “sucedió para que viese [la procesión]”. Carter, protestante, dijo que Dios “quería que viniera temprano a Washington D. C. solo para orar”. Se unió a la procesión, dijo, porque Dios “ha estado obrando en [su] corazón”.
Lydia Vaccaro, una joven participante de Virginia, comentó a CNA: “La adoración [al Santísimo] siempre ha sido muy especial para mí, en mi fe católica. Por eso me trajo aquí”.
“Es un bello testimonio”, dijo Hannah Hermann, una de las asistentes. “Me gusta estar al frente de procesiones como esta, donde uno sale y la gente ve”, dijo Hermann. “He escuchado historias de conversión de personas que presencian una procesión”.
“La procesión fue hermosa”, declaró el Padre Trullols a CNA tras la conclusión del evento. “Cada año mejora”. “Sabemos cómo hacerla mejor y está creciendo: la cantidad de gente, la atención y también la forma en que organizamos la liturgia y la música”, dijo el sacerdote.
Con información de CNA. Traducción de Gaudium Press.
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