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Un pequeño monaguillo tocó miles de corazones con su fe sencilla y alegre en un programa de televisión paraguaya
Redacción (06/06/2025 12:02, Gaudium Press) Durante una entrevista en el programa Podría pasar, transmitido por el medio de comunicación paraguayo GEN, el pequeño Mateo —de mirada despierta, con sus gafas de marco azul, y cogiendo el micrófono de forma decidida— dejó un mensaje de fe que rápidamente se volvió viral. Con ternura, firmeza y una espontaneidad inigualable que tocó el corazón de cientos de personas, compartió algo de lo que más le gusta hacer, servir a Dios como monaguillo.
El conductor del programa, Pope Spinzi, conversaba con tres niños —Meiling, Thiago y Mateo— el pasado 12 de mayo. Cuando le preguntó a Mateo qué tipo de música tocaba con su guitarra, el niño respondió con naturalidad, “Cordero de Dios”, lo que dio pie a una conversación sobre su servicio en la Iglesia.
“Monaguillo soy, sirvo a Dios”, afirmó Mateo con una sonrisa. Luego explicó, de manera encantadora, en qué consiste su labor: “le acercas el cáliz [al sacerdote] que parece copa, y ese copón que también parece copa, la vinajera que parece un vaso”, dijo. También añadió que ayuda en el lavado de manos del sacerdote, toca las campanas en el momento indicado y acompaña la celebración hasta el final: “La paz, y de ahí rezamos el Padrenuestro, y ahí ya me voy a mi casa”, explicó el pequeño monaguillo.
Cuando se le preguntó si de verdad le gustaba ir a Misa, Mateo respondió sin dudar: “Sí, me gusta”.
El video, que fue publicado en redes sociales, superó las 94 mil reproducciones y recibió miles de “me gusta”. Los comentarios rebosaban de ternura y admiración, “Entendió todito ‘Sirvo a Dios’ 😍”, escribió un usuario. “La campanita 🔔 TIN TIN TIIN 😅 este niño es todo lo que está bien 😍”, dijo otro. “Te amamos niño monaguillo 😍❤️ que sigas sirviendo a Dios con mucho orgullo y fervor ❤️”, comentaron desde su parroquia.
¿Qué significa ser monaguillo?
El testimonio de Mateo es un recordatorio del valor del ministerio del monaguillo —también llamado acólito— dentro de la Iglesia. Se trata de un servicio que puede ser asumido por niños, adolescentes o jóvenes que hayan sido bautizados y hayan recibido la Primera Comunión.
Más que una ayuda técnica en el altar, el monaguillo es un joven que vive su fe sirviendo con reverencia y alegría a Dios y a la comunidad parroquial, acompañando al sacerdote en la Misa, bendiciones, estaciones de la cruz y otros ritos litúrgicos.
Entre sus tareas están: llevar la cruz y las velas procesionales en la entrada y salida de la Misa, sostener el Misal para el sacerdote, preparar el altar para la Liturgia de la Eucaristía, ayudar con los vasos litúrgicos y el lavado de manos del celebrante, tocar las campanas durante la consagración, mantenerse atento y participativo durante toda la celebración.
Pero más allá de estas acciones visibles, el verdadero valor del monaguillo está en su actitud de reverencia, admiración y gratitud ante Dios.
Como Mateo, muchos niños responden con entusiasmo a esta vocación, convirtiéndose en signos vivientes de una fe sencilla, alegre y sincera.
La ternura con la que un niño ama a Dios es un reflejo puro del cielo, sin doblez, sin miedo, con todo el corazón. En ese pequeño “sí”, como el de Mateo, Dios encuentra un altar donde habitar.
Con información de ChurchPop y missionsantaines.org
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