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Durante una Misa en India, una mancha luminosa en la hostia reveló el rostro de Jesús. El Vaticano acaba de confirmar el milagro.
Foto: Holy Face Vilakkannur, YouTube
Redacción (20/06/2025 11:06, Gaudium Press) El Vaticano ha aprobado oficialmente un milagro eucarístico ocurrido en India, donde el rostro de Jesucristo apareció en una hostia consagrada durante la celebración de la Santa Misa. Este prodigio, reconocido doce años después de los hechos, se une a la larga tradición de signos sobrenaturales que fortalecen la fe en la presencia real de Jesús en la Eucaristía.
¿Qué es un milagro eucarístico?
Los milagros eucarísticos son intervenciones extraordinarias de Dios destinadas a confirmar la fe católica en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento del altar. Según la doctrina, en el momento de la consagración, el pan y el vino se transforman verdaderamente en el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor, aunque conserven las apariencias externas. Esta transformación invisible a los sentidos se llama transustanciación y sólo puede ser percibida a través de la fe.
En algunos casos excepcionales, Nuestro Señor permite que esta realidad se manifieste de forma visible mediante signos milagrosos, como la aparición de carne o sangre en la hostia consagrada, o en este caso, el Santo Rostro de Jesús. Como explica Santo Tomás de Aquino, lo que aparece tras el milagro no es la carne o la sangre del cuerpo glorioso de Cristo como tal, sino una transformación milagrosa de las apariencias del pan y del vino, que sirve como signo tangible de la realidad oculta, Cristo vivo en la Eucaristía.
El milagro en Kerala, India
La noticia que ahora ha vuelto a conmocionar a los fieles tuvo lugar el 15 de noviembre de 2013, en la iglesia Cristo Rey, ubicada en Vilakkannur, una parroquia de la arquieparquía católica siro-malabar de Tellicherry, en el estado de Kerala, India.
Durante una Misa matutina, el entonces párroco Padre Thomas Pathickal notó una mancha misteriosa en la hostia consagrada durante la elevación. Según testigos, “a medida que avanzaba la Misa, la mancha se hizo más brillante y gradualmente reveló lo que parecía ser el rostro de Jesucristo”.
El fenómeno atrajo a miles de personas que acudieron a la parroquia para venerar la hostia. La situación llegó a tal punto que según el medio de comunicación Matters India, “la administración distrital tuvo que intervenir, ya que las multitudes bloquearon el camino hacia Paithalmala, un importante destino turístico del norte de Kerala”.
Evaluación eclesial y confirmación del milagro
Tres días después del suceso, la diócesis llevó la hostia para su evaluación científica, siguiendo los protocolos establecidos por la Santa Sede. Posteriormente, la hostia fue devuelta a la iglesia para ser colocada en un altar lateral, junto con otras reliquias de la parroquia, especificando que no debía utilizarse para la Adoración Eucarística.
Un comunicado emitido por el sitio oficial del milagro relata, “El Vaticano ha reconocido oficialmente un milagro eucarístico en la iglesia Cristo Rey de Vilakkannur, Kerala, India. El evento ocurrió el 15 de noviembre de 2013 durante una Misa matutina habitual celebrada por el Padre Thomas Pathickal. Al elevar la hostia grande durante la consagración, el sacerdote notó una mancha misteriosa en ella. A medida que la Misa avanzaba, la mancha se hizo más brillante y gradualmente reveló lo que parecía ser el rostro de Jesucristo”.
Además, en enero de 2020, la Comisión Teológica de la Iglesia Siro-Malabar afirmó: “La Comisión Teológica de la Iglesia Siro-Malabar realizó un estudio detallado del incidente milagroso siguiendo las directrices de la Santa Sede y declaró que la Eucaristía es una Reliquia de la Divinidad”.
Veneración y frutos espirituales
El 21 de septiembre de 2018, el arzobispo George Njaralakatt colocó solemnemente la hostia en el altar lateral de la parroquia para que fuera objeto de oración y veneración, “muchas personas recibieron bendiciones milagrosas al orar ante la reliquia”.
El entonces administrador parroquial, Baby Joseph Payikatt, también compartió que “cientos de personas acudieron a orar en la parroquia durante los últimos seis años, y que el fenómeno había traído cambios considerables en la vida espiritual y social de los feligreses”.
El arzobispo instó a documentar los signos y sucesos sobrenaturales derivados de este milagro, como testimonio de la acción de Dios en medio de su pueblo.
Un llamado a la fe
Este milagro eucarístico fortalece la fe en lo invisible. Como afirma la doctrina católica, la verdadera presencia de Cristo en la Eucaristía no depende de lo que ven nuestros ojos, sino de lo que nos revela la fe. En la hostia consagrada, aunque no veamos, está vivo y presente el Señor Jesús, con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
En palabras de Santo Tomás de Aquino, “Lo que no veo lo creo firmemente, y confieso la verdad del Salvador”.
Con información de ChurchPop
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