El secreto es un “elemento vital de la confesión. Sin él, no puede tener lugar el libre ejercicio de la religión católica”, sostiene en la demanda el Departamento de Justicia.
Redacción (25/06/2025, Gaudium Press) El Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ) presentó una demanda contra el estado de Washington el 23 de junio, impugnando una nueva ley que exige a los sacerdotes violar el secreto de confesión, denunciando el abuso infantil revelado durante el sacramento de la reconciliación.
El DOJ argumenta que la ley infringe la cláusula de la Primera Enmienda sobre el libre ejercicio de la religión, piedra angular de la libertad religiosa de los católicos.
En un comunicado de prensa en que anuncia la demanda, el Departamento de Justicia declaró: “La ley de Washington viola el libre ejercicio de la religión de todos los católicos”.
El informe legal del Departamento enfatiza la santidad del secreto de confesión, describiéndolo como “elemento vital de la confesión. Sin él, no puede tener lugar el libre ejercicio de la religión católica, es decir, los deberes apostólicos que desempeña el sacerdote católico en beneficio de los feligreses católicos”.
El Proyecto de Ley 5375 del Senado de Washington, promulgado por el gobernador Bob Ferguson el 3 de mayo y con fecha de entrada en vigor el 27 de julio, exige que los sacerdotes denuncien el abuso o la negligencia infantil detectados durante la confesión.
Los infractores se enfrentan a hasta 364 días de cárcel y una multa de 5.000 dólares. Cabe destacar que la ley exime a otros profesionales, como enfermeras y terapeutas, de requisitos similares de denuncia obligatoria, lo que ha suscitado críticas por la desigualdad de trato.
Ferguson, un católico, defendió la medida en mayo, calificándola de “legislación importante” para proteger a los niños, a pesar de su familiaridad con el sacramento de la confesión.
La acción del Departamento de Justicia surge tras una investigación previa anunciada el 5 de mayo por Harmeet Dhillon, fiscal general adjunta de la División de Derechos Civiles.
En una carta a Ferguson, Dhillon describió la ley como un “ataque legislativo contra la Iglesia Católica y su sacramento de la confesión, una práctica religiosa ordenada por la Iglesia Católica que se remonta a sus orígenes”.
El Departamento de Justicia ordenó al Estado preservar todos los registros y comunicaciones relacionados con el proyecto de ley como parte de su investigación.
Demanda de los Obispos de Washington
Los obispos de Washington, en representación de la Arquidiócesis de Seattle y de las diócesis de Spokane y Yakima, presentaron su propia demanda el 29 de mayo ante un tribunal federal de distrito.
Su demanda alega que la ley viola la cláusula de libre ejercicio de la Primera Enmienda, la cláusula de igual protección de la Decimocuarta Enmienda y disposiciones de la Constitución de Washington.
Los obispos destacaron el compromiso de la Iglesia con la protección infantil, señalando que sus diócesis han implementado políticas que exceden los requisitos estatales para denunciar sospechas de abuso por parte del personal eclesiástico. Sin embargo, argumentaron que el secreto confesional, protegido por más de 2.000 años de doctrina de la Iglesia, sigue siendo inviolable.
Ver también: Obispos de Washingyon demandan ley que exige violar secreto de confesión
“En consonancia con los esfuerzos de la Iglesia Católica Romana por erradicar el flagelo social del abuso infantil, la Arquidiócesis Católica Romana de Seattle y las diócesis de Yakima y Spokane han adoptado e implementado, en sus respectivas diócesis, políticas que van más allá de los requisitos actuales de la ley de Washington sobre la denuncia del abuso y la negligencia infantil en la protección de los niños”, declaró la demanda de los obispos.
El obispo de Spokane, Mons. Thomas Daly, prometió en mayo que el clero no violaría el secreto de confesión, incluso si eso implicara enfrentar la cárcel. “Quiero asegurarles que sus pastores, obispos y sacerdotes están comprometidos a mantener el secreto de confesión, incluso hasta el punto de ir a la cárcel”, declaró Daly a su diócesis.
El arzobispo de Seattle, Mons. Paul D. Etienne, reforzó esta postura, citando la prohibición del derecho canónico de traicionar la confesión de un penitente bajo pena de excomunión. Citando Hechos 5, 29, Mons. Etienne declaró: “Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres”.
Extraído del artículo de Raju Hasmukh en Gaudium Press en inglés, con información de CNA.
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