martes, 01 de julio de 2025
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En Francia, el islamismo corre vía Tiktok: el ‘imán’ de internet, tal vez más activo que el de la mezquita

El ministerio del interior francés habría ordenado un informe detallado sobre el contenido islamista en Tiktok.

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Foto: Rumman Amin / Unplash

Redacción (01/07/2025, Gaudium Press) Algo parecido ocurre en Alemania, pero no en la intensidad que en Francia: los “imanes de internet”, los “imanes de Google”, están teniendo tal vez una influencia mayor sobre la juventud que los de las mezquitas. Su reciente vehículo predilecto: Tiktok, desde el que no pocos difunden un mensaje radicalizante, aunque YouTube no sea ajeno; fue el ‘precursor’.

Reporta La Nuova Bussola Quotidiana que al parecer el ministro del interior francés, Retailleau, ha pedido un informe detallado del contenido islamista que circula en Tiktok, pues ya está siendo considerado una amenaza no menor. No son pues, solo las 2.600 mezquitas o salas de oración en Francia, las que atraen la atención de la vigilancia del ministerio del interior; ahora también lo debe ser el ciberespacio.

Estos influencers islamistas conocen a la perfección los secretos del marketing digital, no son principiantes. Para nada cuidadosos en el respeto de los ‘valores republicanos’, cuentan con un amplio cinturón de cuentas anónimas que relanzan sus mensajes en el ecosistema digital, amplificándolo.

Y aunque la ley antiterrorismo de noviembre de 2014 faculta a las autoridades por medio de la Oficina Central de Lucha contra la criminalidad ligada a las TICs— a bloquear sin orden judicial el acceso a sites que inciten al terrorismo o hagan apología del mismo, de hecho esta ley no se aplica, entre otras cosas porque la línea divisoria entre libertad religiosa y terrorismo no es tan definida, es medio difusa.

Hay cuentas en Tiktok de este estilo que van de los 600 mil a los 2 millones de seguidores.

Sus insistencias, dirigidas más particularmente a un público joven: la obligación de llevar el velo; los deportes permitidos y los que no, además de publicidad de los gimnasios islam-friendly; hasta el rechazo a la música haram o cómo evitar el contenido haram, es decir, el prohibido por la ley islámica.

Tal vez el gran logo de los difusores islámicos en estas redes, ha sido su capacidad para crear comunidades: lo demuestra el enorme volumen de comentarios, que a menudo resultan en mensajes explícitos de odio e incitación a la violencia. Así, se encuentra a un franco-italiano converso que se presenta como víctima para defender el uso del niqab, o a una familia marsellesa entera que, bajo el evocador seudónimo de “familia musulmana”, ilustra la doctrina islámica a la vez que critica a la sociedad francesa y pone en primer plano a sus hijas con velo.

Creciente feminización

Una novedad sorprendente de esta difusión islámica vía internet es su creciente feminización.

Hay una nueva generación de influencers mujeres, adultas, neófitas, que bajo la apariencia informalidad promueven la imposición del velo en espacios públicos. Construyen así una “hermandad islamista” que difunde una imagen aparentemente dulce del islam, pero van normalizando el velo, animando su uso, y alimentando una retórica victimista. “Hermana mía, para ser bella no debes sufrir, solo debes cubrirte”, es el eslogan más en boga. El año pasado fue tendencia en Tiktok: “Llevo velo, por lo tanto…”, mensaje que animaba a explicar a las mujeres jóvenes por qué llevan velo. Otra tendencia, “Soy conversa, por lo tanto”, de una mujer con más de 700 mil followers, alcanzó cerca de 400 mil visualizaciones.

El discurso, con frecuencia lleva a la acción, algo que saben los franceses por experiencia, si se recuerda que el asesinato del profesor Samuel Paty en 2020 se originó a partir de un polémico video compartido por el padre de un estudiante, quien deploraba que el profesor hubiera mostrado caricaturas del profeta en clase. Ese contenido bastó para que Abdoullakh Anzorov, alias “Al Ansar tchéchene 270”, decidiera decapitar al profesor y dejar su cabeza en la calle.

El terrorista que mató a Dominique Bernard, profesor de literatura del instituto Gambetta de Arrás, recurrió a las redes sociales para compartir su gesto con su comunidad, también en defensa de sus “hermanos palestinos”. Asimismo, en TikTok, Abdesalem L., el terrorista de Bruselas que en 2023 mató a dos personas e hirió gravemente a otra mientras gritaba «Allah Akhbar», seguía 166 cuentas. Muchas de ellas eran predicadores dedicados a leer el Corán con escudos y espadas manchadas de sangre.

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