miércoles, 30 de julio de 2025
Gaudium news > León XIV, la Misa Tradicional y el Arte de Gobernar la Iglesia: Una Sutileza Tejana en el Ojo de la Tormenta

León XIV, la Misa Tradicional y el Arte de Gobernar la Iglesia: Una Sutileza Tejana en el Ojo de la Tormenta

El gesto de León XIV indica un posible cambio de postura: menos ideológico, más pastoral; menos coercitivo, más prudente.

cq5dam.thumbnail.cropped.1500.844 1 2

Foto: Vatican News

Redacción (29/07/2025 10:31, Gaudium Press) Julio de 2025 entró discretamente en los anales del pontificado de León XIV. Sin fanfarrias ni anuncios formales, el Vaticano otorgó una dispensa a la parroquia de Santa Margarita de Escocia, en la Diócesis de San Angelo, Texas, permitiéndole continuar celebrando la Misa según el Misal Romano de 1962. La decisión, válida por dos años, aunque aparentemente aislada y periférica, resuena con gran significado para quienes siguen los primeros pasos del pontificado, que se sucede a los turbulentos años de Francisco para los adeptos de esa celebración.

La noticia fue confirmada por la propia diócesis y por el obispo local, Mons. Michael Sis, quien enfatizó que hizo la solicitud con un “espíritu de total apertura a la voluntad de Dios” y reafirmando su confianza en el discernimiento del Santo Padre. El decreto de Roma llegó el 28 de mayo, firmado por el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, prorrogando la autorización para el uso del rito antiguo por dos años. Esto no supone una revocación de las disposiciones de Traditionis Custodes, sino una suspensión controlada de sus efectos en un caso específico. La excepción, que sigue siendo la única en el pontificado de León XIV, adquiere valor simbólico al interpretarse a la luz del contexto eclesial actual y las señales silenciosas del nuevo Papa.

Andrea Gagliarducci, reflexionando sobre la relación entre León XIV y el mundo tradicionalista, observó que “la misa con el rito antiguo es un tema ultrapasado, en el sentido de que concierne a un pequeño grupo de fieles y, en última instancia, no perjudica a nadie”. Esta observación, lejos de minimizar la importancia del rito tradicional, pone de relieve las desproporcionadas respuestas administrativas que ha suscitado en los últimos años. El gesto de León XIV indica un posible cambio de postura: menos ideológico, más pastoral; menos coercitivo, más prudente.

En tiempos de guerras litúrgicas, la concesión silenciosa en Texas es reveladora; revela a un Papa atento a estas áreas periféricas y quizás dispuesto a dialogar sin alterar necesariamente las normas vigentes, pero guiando a los obispos para que no las refuercen con excesiva rigidez. Esto no es, por lo tanto, un regreso a Summorum Pontificum, pero tampoco una continuación intransigente de la política restrictiva heredada del pontificado anterior. Es un paso cauteloso, significativo y lateral.

Esta no es la primera vez que León XIV realiza gestos simbólicos hacia el mundo tradicionalista. En junio, saludó a los peregrinos en la tradicional peregrinación París-Chartres, un acto que pasó desapercibido en muchos círculos, pero que fue emotivamente registrado por quienes, desde 2021, se han sentido desamparados. Como pontífice, León XIV aún no ha delineado con claridad el modelo de gobierno que pretende adoptar, y es precisamente por eso que decisiones como la de la Diócesis de San Angelo sirven como pequeñas ventanas para vislumbrar el espíritu con el que gobierna el nuevo Papa.

Gagliarducci señala que “no se puede esperar un Papa ideológicamente alineado con los grupos que han guiado el debate en la Iglesia durante décadas”. De hecho, León XIV se ha revelado como un pastor de gestos sutiles y una escucha atenta, que se niega a tomar decisiones precipitadas. Su personalidad, según los observadores más atentos, es menos la de un reformador entusiasta y más la de un discreto restaurador de la armonía eclesial; una virtud que escapa a la mirada impaciente de los medios de comunicación, pero que podría marcar la historia a largo plazo.

El caso de la parroquia de Santa Margarita de Escocia, hogar de aproximadamente 200 familias católicas, se convierte así en un microcosmos del estado actual de la Iglesia, con una gran parte de sus fieles compuesta por parejas jóvenes y entusiastas de la liturgia, que asisten a misa en latín los domingos por la tarde y los jueves por la mañana. Esto no se parece en nada al “espectro cismático” evocado por ciertos sectores en los acalorados debates que siguieron a Traditionis Custodes.

En su nota, el obispo Sis se propuso reafirmar la fidelidad a los libros litúrgicos reformados por el Concilio Vaticano II, pero su decisión pastoral pone de relieve algo más profundo: la conciencia de que el camino hacia la plena recepción de la reforma litúrgica no implica exclusión, sino un testimonio paciente, donde lo antiguo y lo nuevo puedan dialogar sin temor.

Es así como podremos comprender, con el tiempo, el modelo de gobierno que León XIV elegirá para su pontificado. Para Gagliarducci, el Papa está “sopesando sus decisiones, buscando una forma personal de gobernar y escuchando al mayor número posible de personas”. En otras palabras, no hay prisa, pero sí escucha. Y si bien es cierto que la misa tradicional no es prioritaria en la agenda pontificia, también lo es que las decisiones silenciosas dicen mucho sobre las prioridades y los estilos de gobierno.

La dispensa concedida en Texas, por lo tanto, no es una mera excepción pastoral. Es una indicación de que el nuevo Papa comprende la complejidad de la situación y se niega a aplicar soluciones simplistas a problemas profundamente arraigados. No se trata de complacer a un grupo, sino de evitar herir al cuerpo eclesial con rupturas innecesarias. Como escribe Gagliarducci, “el debate interno en la Iglesia ha llegado a una especie de encrucijada”. Es el camino elegido por León XIV —no solo en la liturgia, sino en toda la vida eclesial— el que definirá su legado.

Por Rafael Tavares – Gaudium Press

Deje su Comentario

Noticias Relacionadas