“Creer en la brujería es falta de fe. Dejarse guiar por brujos es precisamente abandonar la fe”, declaró el prelado.
Redacción (08/08/2025 12:52, Gaudium Press) Monseñor Pio Hipunyati, obispo de la Diócesis de Ondjiva en Angola, advirtió sobre los peligros asociados con la creencia en la brujería, afirmando que estas creencias representan una amenaza directa para la fe cristiana y la unidad de la vida comunitaria.
Al clausurar un seminario de dos días para agentes pastorales de su diócesis, el obispo Hipunyati describió la creencia en la brujería como “un espíritu maligno y la encarnación del mal”.
“Creer en la brujería es falta de fe. Dejarse guiar por brujos es precisamente abandonar la fe”, declaró en el evento del 2 de agosto.
Y añadió: “La brujería causa dolor y odio en las familias, altera las relaciones familiares y perjudica la vida comunitaria”.
El obispo preguntó: “¿Cuántas familias han sido destruidas por la creencia en la brujería?”
El obispo Hipunyati enfatizó que este tema requiere una profunda reflexión, debido a su impacto en la madurez de la fe cristiana y en la armonía social.
Señaló que las acusaciones de brujería a menudo se dirigen a personas exitosas, motivadas por la envidia y sospechas infundadas.
“Quienes son acusados de brujería siempre son personas exitosas. ¿Han visto alguna vez a una persona pobre acusada de ser bruja?”, preguntó.
Y continuó: “La persistencia de la creencia en la brujería demuestra que muchos cristianos aún no han desarrollado una fe firme y segura. Esta actitud debilita el testimonio cristiano”.
“¿Somos realmente una comunidad evangelizada? ¿Hemos renunciado realmente a Satanás? Y si es así, ¿por qué seguimos creyendo en la brujería? Una comunidad que cree en la brujería es inmadura, no solo en su fe, sino también en su humanidad”. Es prisionera del miedo, dependiente, incapaz de vivir en paz”, dijo.
El prelado hizo un llamado a una auténtica práctica de la fe, basada en la confianza en Cristo y en el poder de los sacramentos: “Los cristianos deben huir del pecado y del mal, incluida la creencia en la brujería. Los sacramentos fortalecen la fe; no son meros ritos sociales. Recibirlos nos compromete a vivir conforme a la fe. Los sacramentos son actos de fe, celebrados y vividos en la fe”.
Además de denunciar la brujería, Mons. Hipunyati abordó la relación entre fe y cultura, enfatizando que la evangelización debe transformar las tradiciones locales negativas.
“La Buena Nueva de la salvación, ofrecida a todos, debe iluminar y purificar nuestras culturas. La alegría del Evangelio debe liberarnos de los aspectos nocivos de nuestras tradiciones”, dijo.
El obispo llamó la atención sobre ciertas prácticas culturales que socavan la dignidad humana y requieren purificación a la luz del Evangelio para fomentar una vida cristiana liberadora.
Otro desafío pastoral planteado fue el apoyo material a la Iglesia y sus estructuras.
Mons. Hipunyati enfatizó la importancia de proporcionar a la Iglesia —incluyendo parroquias, sacerdotes, congregaciones religiosas y misioneros— los recursos necesarios para cumplir su misión.
“La Iglesia debe contar con transporte, vivienda, escuelas, centros de salud y otras infraestructuras para promover el desarrollo humano”, afirmó.
Finalmente, invitó a los fieles a observar responsablemente el quinto mandamiento de la Iglesia, que se refiere a contribuir a las necesidades materiales de la Iglesia.
“Este compromiso está estrechamente vinculado a la madurez de la fe y la responsabilidad compartida en la misión”, concluyó.
Con información de Aciafrique.
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