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Aunque el número de cristianos en Irak está disminuyendo debido a los ataques del ISIS, permanecen en sus territorios y transmiten la fe a las generaciones futuras.
Foto: Arquidiócesis Caldea / CNA
Redacción (11/08/2025 13:22, Gaudium Press) Once años después de la toma de Mosul y Nínive por parte del llamado Estado Islámico, y a pesar de las tensiones, las iglesias iraquíes siguen llenas. Hace unas semanas, 1.000 niños hicieron su Primera Comunión.
En la capital iraquí, las parroquias caldeas celebraron la Primera Comunión a 50 niños, mientras que otros 32 recibieron el sacramento en la parroquia siro-católica y 11 en la iglesia siro-católica de Nuestra Señora de la Liberación, que sufrió una terrible masacre en 2010, cuando decenas de feligreses y dos sacerdotes fueron asesinados y cientos resultaron heridos.
En Qaraqosh (Baghdeda), las iglesias pertenecientes a la Arquidiócesis siro-católica de Mosul celebraron la Primera Comunión a 461 niños en tres ceremonias distintas. Otros 30 niños recibieron el sacramento en las cercanas Bashiqa y Bartella, presididas por el arzobispo Benedictos Younan Hanno, quien elogió la determinación de los fieles de permanecer en sus tierras y su valentía al regresar tras el desplazamiento forzado, lo que les permitió transmitir su fe a las generaciones futuras.
En Basora, las familias cristianas se han reducido a menos de 350 en todas las denominaciones —caldeas, armenias, siríacas, presbiterianas y latinas—, pero se mantienen firmes en su tierra a pesar de las duras condiciones de vida y ambientales. Este año, las diócesis católicas caldeas y siríacas pospusieron las celebraciones de la Primera Comunión con la esperanza de reunir suficientes niños para el próximo año.
En Karemlesh, parte de la Arquidiócesis Caldea de Mosul, 26 niños se preparan para recibir la Eucaristía. Mientras tanto, la Diócesis Caldea de Kirkuk y Sulaymaniyah celebró la Primera Comunión de 26 niños en la Catedral del Sagrado Corazón de Kirkuk. Sulaymaniyah, al igual que en Basora, espera celebrar la celebración el próximo año.
Las iglesias de Ankawa, en la Diócesis Caldea de Erbil, vivieron dos días extraordinarios. El arzobispo Bashar Matti Warda presidió tres misas en las que 210 niños recibieron la Primera Comunión. En sus homilías, enfatizó que el Sacramento va más allá de fotos bonitas y vestidos blancos: representa un compromiso de por vida que transforma los hogares de los comulgantes en lugares donde Jesús está presente a través del perdón, la escucha activa y la generosidad.
También en Ankawa, 66 niños de la diócesis siro-católica de Adiabene recibieron la Eucaristía por primera vez, junto con otros 15 en Duhok. En la diócesis caldea de Duhok, 75 niños celebraron su Primera Comunión, mientras que 150 lo hicieron en la vecina diócesis de Zakho. Un número similar en la diócesis de Alqosh, actualmente sin obispo, recibirá el sacramento en los próximos días.
Con información de CNA
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