jueves, 18 de septiembre de 2025
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En la China comunista, aumentan las restricciones contra la religión en internet

Las autoridades chinas han emitido nuevas normas que regulan la conducta en línea de los líderes religiosos del país.

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Redacción (18/09/2025 10:11, Gaudium Press) Las autoridades chinas han emitido nuevas normas que regulan la conducta en línea de los líderes religiosos del país, prohibiendo la transmisión no autorizada de liturgias, la catequesis infantil y la «colaboración con fuerzas extranjeras» a través de cualquier actividad en Internet.

El Código de Conducta para Maestros y Personal Religioso, emitido por la Administración Estatal de Asuntos Religiosos, ha sido publicado por los medios estatales chinos el 15 de septiembre.

Las nuevas regulaciones siguen a otras restricciones legales recientes sobre la práctica religiosa en el continente, pero este nuevo código también se aplica a líderes religiosos en Hong Kong, Macao, Taiwán y en el extranjero —si «cometen actos en línea en China».

El alcance total de las nuevas normas sigue siendo incierto. Aunque las disposiciones mencionan explícitamente actividades realizadas a través de sitios web y aplicaciones —incluidas plataformas de mensajería populares como WeChat—, la redacción de la normativa parece aplicarse a todas las formas de comunicación en línea, incluido el correo electrónico.

Las regulaciones, que entran en vigor de forma inmediata, exigen que todos los «maestros y funcionarios religiosos» muestren en línea una conducta que demuestre «amor a la patria, apoyo a la dirección del Partido Comunista de China, apoyo al sistema socialista y cumplimiento de las leyes y regulaciones nacionales».

Deben practicar “los valores fundamentales del socialismo”

El código otorga especial importancia a que todos los líderes religiosos «practiquen los valores fundamentales del socialismo, se adhieran al principio de independencia religiosa en China, sigan la dirección de la sinización de la religión en China, guíen activamente a la religión para que se adapte a la sociedad socialista y mantengan la armonía religiosa, social y nacional».

Las tensiones creadas por la política del gobierno chino de independencia religiosa y sinización de la religión han generado numerosos problemas para los católicos en China, tanto para el clero como para los laicos, al igual que las órdenes vigentes en el país que prohíben la asistencia de menores a servicios religiosos y restringen la libertad de práctica religiosa.

Obispos y clérigos que rechazan la supremacía del Estado sobre los asuntos eclesiales en el país han sido objeto de acoso y arrestos

Los laicos católicos que rechazan a los obispos y clérigos registrados por el Estado y que reconocen la autoridad del Partido Comunista Chino en asuntos religiosos han sido excluidos de la recepción de los sacramentos en algunas regiones.

Aunque desde hace tiempo las regulaciones gubernamentales prohíben que los menores asistan a misa, las nuevas normas anunciadas esta semana prohíben incluso la instrucción religiosa de menores en línea, así como la producción y difusión de materiales con ese fin.

«Los maestros religiosos no deberán difundir ni inculcar ideas religiosas a menores a través de Internet, inducir a la creencia religiosa ni organizar la participación de menores en la educación religiosa», según las nuevas normas.

También se prohíbe la predicación no autorizada «a través de retransmisiones en directo, vídeos cortos, reuniones en línea»; además, los maestros y funcionarios religiosos no podrán organizar ni participar «en reuniones del Dharma en línea, cultos, misas u otras actividades religiosas», ni «distribuir o enviar publicaciones internas religiosas a través de Internet».

Las regulaciones también intentan restringir cualquier influencia religiosa externa, estableciendo específicamente que los funcionarios religiosos «no deberán recaudar fondos [en línea] para la construcción de lugares para actividades religiosas ni para la celebración de actividades religiosas».

«Los maestros religiosos no deberán colaborar con fuerzas extranjeras a través de Internet para apoyar ni participar en actividades de infiltración religiosa extranjera», según las nuevas reglas.

«Si los maestros y funcionarios religiosos violan este código, el departamento de asuntos religiosos les ordenará corregir su conducta en un plazo determinado; si se niegan a hacerlo, el departamento de asuntos religiosos, junto con el departamento de información en la red, el departamento competente de telecomunicaciones, los órganos de seguridad pública, los órganos de seguridad nacional, etc., los sancionará de conformidad con las disposiciones de las leyes y regulaciones administrativas pertinentes», afirma el código.

Las disposiciones de las nuevas regulaciones se extienden específicamente a Macao y Hong Kong, «regiones administrativas especiales» de China sujetas a sistemas legales y normativos separados, y a Taiwán —una nación independiente reconocida por la Santa Sede, sobre la cual China reclama soberanía—, así como a «maestros religiosos extranjeros que realicen actividaes por internet en China».

En reacción a las regulaciones, clérigos en China declararon a The Pillar que el nuevo código era un «desarrollo natural de la política de sinización».

«La religión está bien, siempre y cuando esté bajo el control del Estado», dijo un clérigo de China continental.

«Es posible que estas normas ni siquiera estén dirigidas principalmente a los católicos», añadió, sino que estén orientadas principalmente a reprimir otras religiones y sectas como el budismo y el Falun Gong, así como a funcionarios locales corruptos que solicitan dinero del extranjero. «Pero seguirá siendo fácil que nos veamos atrapados en el fuego cruzado».

Otro alto clérigo chino dijo a The Pillar que las regulaciones podrían aplicarse de forma que criminalicen la comunicación episcopal ordinaria con Roma.

«Si eres un obispo de China continental y tienes algún tipo de comunicación ordinaria con el Vaticano que reconozca la jurisdicción de Roma en asuntos eclesiásticos, si lo haces por correo electrónico podrías ser acusado de «colusión con fuerzas extranjeras»», afirmó. «Si un clérigo es sorprendido manteniendo contacto con un misionero, eso sería “infiltración”. Como siempre con estas normativas, el objetivo es criminalizar cualquier cosa que provenga de fuera de China».

«Estamos llegando al punto en que las expresiones ordinarias de comunión podrían considerarse una amenaza para la seguridad nacional», advirtió el clérigo.

Las nuevas regulaciones siguen a otras restricciones religiosas promulgadas este año por las autoridades comunistas, orientadas a impedir la influencia extranjera sobre la práctica religiosa en el país.

Una legislación de 2021 prohibía a los clérigos «estar dominados por fuerzas extranjeras, aceptar el nombramiento de cargos docentes por parte de grupos o instituciones religiosas extranjeras sin autorización, y otros actos que violen el principio de independencia y autogestión de la religión».

En abril se anunciaron nuevas leyes que prohíben a los ciudadanos extranjeros participar en actos de culto junto a ciudadanos chinos, y que exigen a todos los visitantes afirmar la independencia nacional de las Iglesias y comunidades de fe chinas.

Estas normas fueron calificadas por clérigos locales como un «pretexto para arrestos».

Clérigos tanto en el continente como en Hong Kong llevan años advirtiendo de que Pekín ha ido endureciendo las regulaciones sobre la práctica religiosa bajo el pretexto de la «seguridad nacional», y se han producido varias detenciones y procesos judiciales de alto perfil contra católicos en la Región Administrativa Especial por motivos de seguridad nacional, incluido el antiguo obispo de Hong Kong, el cardenal Joseph Zen.

Más restricciones, renovación de acuerdo con Roma

Al mismo tiempo que China ha ido incrementando las restricciones a la práctica religiosa, ha aprobado sucesivas renovaciones del Acuerdo Provisional con el Vaticano sobre el nombramiento de obispos católicos para diócesis del continente, acordado por primera vez en 2018.

A pesar del acuerdo, muchos sacerdotes clandestinos, y algunos obispos, se han negado a registrarse en la Asociación Patriótica Católica China (CPCA), alegando que se les exige reconocer la autoridad del Partido Comunista sobre la Iglesia y su enseñanza.

Con información de The Pillar / InfoCatólica

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