La peregrinación convoca anualmente de uno a dos millones de fieles, para honrar a la Madre de Dios e implorar su intercesión.
Misa de clausura – Foto: Arzobispado de Buenos Aires
Redacción (06/10/2025 13:27, Gaudium Press) La Virgen de Luján es la patrona de la Argentina. En 1630, dos imágenes de la Purísima Concepción de María, llevadas desde Brasil, llegaron al puerto de Buenos Aires y desde allí emprendieron viaje a Santiago del Estero. En el camino, las carretas que las transportaban detuvieron su marcha a orillas del río Luján. Pese a los intentos por seguir el camino, los bueyes no consiguieron mover las carretas, que habían quedado inmovilizadas.
Los transportadores se dieron cuenta de que, al quitar una de las imágenes de la Virgen de la carreta, esta se movía, lo cual indicaba que la Madre de Dios quería dejar su efigie allí. Ante ese milagro patente, la pequeña imagen de 38 centímetros, de terracota pintada, allí se quedó y se convirtió en la Virgen de Luján, casi 200 años antes de iniciarse la creación del Estado argentino.
Para honrar a la Madre de Dios bajo esa advocación, una multitud de peregrinos se desplazó el sábado 4 y el domingo 5 de octubre durante la 51ª. Peregrinación Juvenil a pie al Santuario de Luján, desde Buenos Aires, Argentina, una cita anual que ya es tradición en ese país y que este año se desarrolló bajo el lema “Madre danos amor para caminar con esperanza”.
Este año la Eucaristía fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, y concelebrada por más de una decena de obispos y sacerdotes, en un templo totalmente colmado de fieles. “Nuestros corazones son atraídos por su amor de Madre, por eso caminamos; ella nos anima en la esperanza. Con una Madre así, y a pesar de tantas cruces pesadas que carga nuestro pueblo, seguimos caminando; no aflojamos y nos comprometemos a no abandonar los sueños de construir un país más justo y más fraterno”, dijo el arzobispo en su homilía.
Es de recordar que estas peregrinaciones se cumplen de manera ininterrumpida desde 1975, cuando inició como una caminata espontánea de un grupo de jóvenes hasta convertirse con el paso del tiempo en una de las manifestaciones populares más fuertes del pueblo argentino, que convoca aproximadamente de uno a dos millones de fieles.
Durante su homilía, García Cuerva destacó la fe del pueblo en la Virgen de Luján y afirmó: “La Madre de Argentina nos impulsa a continuar el camino. Pero nos pide que lo hagamos unidos, que podamos también mirarnos entre nosotros con misericordia y que estemos cerca de los que la están pasando mal. Porque como hijos de María, nos queremos parecer a Ella”.
Así mismo, pidió ofrecer oraciones por los abuelos, los adolescentes jóvenes atrapados en los vicios como la droga y el alcohol y por la gente más vulnerable, entre ellos los pobres, los niños, los discapacitados y aquellos que no tienen trabajo: “Caminamos por nuestros sueños e ideales; caminamos por nuestra Patria”, dijo.
Finalmente, exhortó a no olvidar que en este Año Jubilar: “Caminar con esperanza es no aflojar, es confiar en los que van a nuestro lado. Es no dejarnos ganar por el desaliento y la tristeza. Es seguir adelante, aunque por momentos el egoísmo, la violencia y la injusticia parezcan imponerse”.
Bajo el lema: “Madre, danos amor para caminar con esperanza”, muchos argentinos peregrinaron hasta Luján.
Con información de Vatican News y Argentina.gob.ar.
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