En Arizona, la familia Blanchard demuestra que un hogar lleno de fe puede dar frutos extraordinarios, tres de sus seis hijos han respondido al llamado de Dios.

Foto: Religión en Libertad
Redacción (18/11/2025 10:28, Gaudium Press) En Arizona, la familia Blanchard se autodefine como una familia normal, a pesar de tener seis hijos y albergar tres vocaciones religiosas. Este hogar, lejos de ser inusual, es un testimonio de cómo la fe y la educación pueden cultivar el llamado divino en los hijos. La reciente ordenación diaconal de Nathan, el cuarto de los hermanos, se une a la vocación de su hermana como religiosa y la de su padre, quien ya es diácono.
Christina, la madre, comparte: “Somos una familia normal, no creo que seamos muy diferentes, Dios llama a quien quiere de entre aquellos que crían a sus hijos y lo hacen lo mejor que pueden. Es algo que nos llena de humildad y nos maravillamos de lo que hace Dios». Esta perspectiva subraya que las vocaciones no son un fenómeno ajeno, sino una respuesta al amor y la guía divina dentro de un entorno familiar preparado.
Los Pilares de la Vocación Blanchard
La familia Blanchard no guarda secretos sobre cómo han nutrido las vocaciones en su hogar. Han compartido cinco hábitos fundamentales que consideran cruciales en este proceso:
- Nunca presionar: Greg, el padre, enfatiza que ni él ni su esposa intentaron dirigir a sus hijos hacia una vocación específica. Su enfoque fue más bien de apoyo y apertura: «nunca intentaron orientar a sus hijos hacia una profesión o vocación concreta, pero tampoco los desalentaron».
- El objetivo: que los hijos conozcan a Dios. La meta principal de los Blanchard siempre ha sido la formación espiritual de sus hijos. Christina explica: «Nuestro objetivo principal siempre fue educarlos para que conocieran al Señor, quién es Dios, y para que tuvieran una vida de oración».
- Nunca infravalorar la capacidad espiritual de un niño:La fe se cultiva desde temprana edad. La familia Blanchard cree firmemente en la capacidad de los más pequeños para conectar con lo divino: «Los niños pueden empezar a rezar a una edad temprana. Se dan cuenta de que pueden hablar con Dios».
- No ser conformistas:Los Blanchard buscaban activamente ofrecer a sus hijos experiencias ricas en fe, yendo más allá de lo convencional. «lejos de conformarse, intentaban ofrecer a sus hijos las oportunidades más variadas de práctica religiosa, como la asistencia a retiros», explican.
- Motivar las grandes preguntas desde niños:Fomentar el autoconocimiento y la reflexión sobre el propósito de vida ha sido esencial. La madre, Christina, señala: «“¿Quién soy yo y qué quiere Dios que haga según eso? Conocerse a uno mismo es sumamente importante, y creo que hemos intentado que lo hicieran”.
Vocaciones que Nacieron de la Persistencia
Greg, el diácono llamado a la batalla espiritual: La vocación de Greg como diácono, iniciada en 2020, tuvo sus raíces nueve años antes, inspirada por las palabras del obispo Diócesis de Phoenix, Olmsted y la exhortación Into the Breach— Firme en la brecha, 2015. Este documento, que alerta sobre una batalla espiritual que afecta a familias y valores cristianos, resonó en Greg. Él escribe: «En mi corazón escuché por primera vez la vocación de ser diácono. Al hablar con mi esposa y mi pastor, descubrí que este llamado se confirmaba».
La historia del documento — Into the Breach— cobró vida en una adaptación audiovisual de gran éxito, la cual presentó escalofriantes estadísticas sobre la devastación. Para Greg, la fuerza de estas imágenes y cifras fue un resonante llamado personal a la acción.
En el caso de Nathan, el futuro sacerdote quien tuvo un llamado desde la infancia, a sus 23 años, se encuentra en la recta final de su preparación para el sacerdocio. Su vocación es una historia de persistencia, desde niño. Su madre recuerda: «Tenía menos de dos años y apenas podía hablar. Se subía a la silla del celebrante de la misa ante el altar y decía: `Padre Nathan, Padre Nathan´”. A los doce años, durante un retiro, recibió la llamada, que fue la decisiva: «El Señor habló muy directamente y me dijo: ‘Nathan, quiero que seas sacerdote'». Tras experiencias misioneras y académicas, Nathan espera finalizar su formación sacerdotal en junio de 2026.
También esta René, la hermana dominica inspirada por los santos. René, hermana de Nathan, encontró su camino en la vida religiosa con las Hermanas Dominicas de María, Madre de la Eucaristía. Su vocación, que se consolidó en poco más de un año, fue sembrada por las historias de santos que leía de niña. Ella describe cómo «Aquellos cuentos empezaron a sembrar la semilla del deseo de santidad y a preguntarme cómo Dios me llama a ser santa». Su entrega al Señor fue una fuente de aliento para su hermano Nathan, quien la describe como «una personalidad muy audaz. Es el tipo de persona que se entrega por completo”.
La historia de los Blanchard es un hermoso recordatorio de que, con fe, amor y una crianza enfocada en lo espiritual, los hogares pueden convertirse en verdaderos semilleros de vocaciones, donde cada miembro descubre y abraza el camino que Dios tiene para él.
Con información de Religión en Libertad





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