Según la tradición católica, el soldado romano Longino, quien traspasó el costado de Cristo con su lanza, recogió y llevó a la ciudad de Mantua un trozo de tierra impregnado con la sangre de Jesús.
Redacción (19/11/2025 10:43, Gaudium Press) Por primera vez en la historia, la reliquia de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo salió de la ciudad italiana de Mantua y fue llevada a Roma, siendo recibida el 17 de noviembre, en el Santuario de San Salvatore in Lauro, donde será venerada por los fieles hasta el 25 de noviembre.
Promovida por el Santuario de San Salvatore in Lauro, esta iniciativa busca ofrecer a los fieles un tiempo de gracia y contemplación durante el Año Jubilar, reafirmando el valor universal del Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo, signo de amor, salvación y unidad para todos los católicos.
Porción de tierra impregnada con la sangre de Jesús
Según la tradición católica, el soldado romano Longino, quien atravesó el costado de Cristo con su lanza, recogió y llevó a la ciudad de Mantua una porción de tierra impregnada con la sangre de Jesús. En el año 804, se descubrió la urna con la reliquia, y el Papa León III donó una pequeña parte a Carlomagno, quien la conservó en la Capilla Real de París.
Custodiada durante siglos en la Basílica de San Andrés en Mantua, la reliquia de la Preciosísima Sangre nunca había salido de la ciudad. Su llegada a la Ciudad Eterna representa una oportunidad única para la oración, la contemplación y la renovación de la fe en el misterio de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Programa
La reliquia fue recibida con una ceremonia solemne, seguida de una Misa Pontifical presidida por el Obispo Emérito de Ivrea, Mons. Edoardo Cerrato. Los días 18 y 19 de noviembre, a las 18:00 (hora local), el prelado preside otras celebraciones eucarísticas. El día 20, a la misma hora, el Obispo Andrea Ripa, Secretario del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, presidirá la Solemne Celebración Eucarística.
El 21 de noviembre, a las 16:00, el Obispo Flavio Pace, Secretario del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, presidirá la Solemne Misa Pontifical en el Santuario. Tras la celebración eucarística, tendrá lugar una peregrinación jubilar a la Basílica de San Pedro, signo concreto de comunión y de un camino espiritual compartido.
El 22 de noviembre, a las 18:00 horas, el cardenal Rolandas Makrickas, arcipreste de la Basílica de Santa María la Mayor, presidirá la Misa Pontifical Solemne. Los días 23 y 24 de noviembre, también a las 18:00 horas, el obispo Edoardo Cerrato celebrará de nuevo. El punto culminante será el 25 de noviembre, con la Misa Pontifical Solemne de clausura, presidida por el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos. (EPC)






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