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Riga (Lunes, 24-09-2018, Gaudium Press) Hoy, en el trascurso del viaje apostólico que ha llevado al Papa a los países bálticos, Francisco ha celebrado la misa en el Santuario Internacional de la Madre de Dios. El Papa celebró la misa de María, Madre de la Iglesia.
El Pontífice meditó en el evangelio de San Juan, que narra momentos de gozo con momentos de dolor, como las bodas de Caná y la actitud valiente de la Virgen al pie de la cruz en que agonizaba su hijo.
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| Foto: Archivo |
«María está ‘firmemente de pie’ junto a su Hijo… con firmeza, ‘clavada’ al pie de la cruz… María se muestra en primer lugar así: al lado de los que sufren», señaló el Pontífice. Así, la Virgen «nos muestra un modo de estar al lado de estas realidades… se trata de que quienes padecen una realidad de dolor nos sientan a su lado y de su lado, de modo firme, estable».
Este ejemplo de Nuestra Señora, nos debe mover «al encuentro de nuestro pueblo para consolarlo y acompañarlo; sin tener miedo de experimentar la fuerza de la ternura y de implicarnos y complicarnos la vida por los otros», indicó Francisco.
El Papa también destacó que quiso Jesús que la Virgen no solo estuviese en compañía de San Juan sino que ella lo recibiese como su hijo y el apóstol a ella como su Madre. Esto, estableció el Pontífice, indica una unión más estrecha en la que se descubre «en el otro al mismo Dios».
«María nos recuerda el gozo de haber sido reconocidos como sus hijos -concluyó el Papa-, y su Hijo Jesús nos invita a traerla a casa, a ponerla en medio de nuestra vida. Que todos en Letonia, sepan que estamos dispuestos a privilegiar a los más pobres, levantar a los caídos y recibir a los demás así como vienen y se presentan ante nosotros».
Con información de Vatican News
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