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Ciudad del Vaticano (Jueves, 02-08-2018, Gaudium Press) Como participantes de la Peregrinación Internacional a Roma, organizada por la Coetus Internationalis Ministrantium (CIM), 60 mil acólitos, procedentes de 18 países, llenaron la Plaza de San Pedro el martes, cuando fueron recibidos por el Papa Francisco.
El encuentro internacional de acólitos tuvo inicio este lunes y concluye el viernes.
Participan de la Peregrinación Internacional de Acólitos a Roma 2018 más de 17 países registrados oficialmente:
Antigua y Barbuda, Austria, Bélgica, Croacia, República Checa, Francia, Alemania, Hungría, Luxemburgo, Portugal, Rumania, Rusia, Serbia, Eslovaquia, Suiza, Ucrania, Reino Unido, EE.UU.
El grupo más numeroso en esta peregrinación internacional es el proveniente de Alemania, con cerca de 50 mil personas.
El CIM es una asociación europea de acólitos, con más de 50 años de existencia, que sirve de eje de unión entre los varios servicios diocesanos y nacionales del sector.
Saludo inicial del Papa
«Me alegro por veros en tan grande número aquí, en la Plaza de San Pedro, adornada con los colores de vuestras banderas.
Me ofrecisteis los símbolos distintivos de vuestra peregrinación: Os agradezco de corazón, soy peregrino con vosotros que vinisteis de tantos países del mundo», declaró el Pontífice, al inicio del encuentro.
Cinco preguntas
El Papa respondió a cinco preguntas de los acólitos.
Citamos trechos de respuestas del Papa:
– «No tengáis miedo de pedir un buen consejo cuando os preguntareis como poder servir a Dios y las personas que tienen necesidad de ayuda en el mundo. Recordad que cuanto más dais, tanto más recibís en vuestra propia plenitud», subrayó.
– «Estoy listo a preguntarme, en cada situación: ¿qué haría Jesús en mi lugar? Si hacemos esto, y buscamos colocarlo en práctica, determinados, llevaremos la paz de Cristo en la vida de todos los días y seremos constructores e instrumentos de paz», señaló.
– Francisco invitó a todos los acólitos a ser «amigos, con gratuidad», de quien vive a su alrededor, más con los hechos, con la proximidad, que con las palabras.
«Buscad conocer y amar cada vez más al Señor Jesús», apeló.
Cuestionado sobre la necesidad de la fe, subrayó que esta es «esencial», como el aire que se respeta, y permite captar el «sentido de la vida».
«El camino para la santidad no es para perezosos», observó.
Mirar a los Santos – San Ignacio
Miremos a los santos, recomendó el Papa, que son el Evangelio vivido, porque supieron traducir el mensaje de Cristo en la propia vida.
«El santo de hoy, Ignacio de Loyola – que pensaba en su propia gloria, como joven soldado -, fue atraído en el momento correcto para la gloria de Dios y descubrió que allí está el centro y el sentido de la vida». (JSG)
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