Ciudad del Vaticano (Miércoles, 12-07-2018, Gaudium Press) Ayer se celebró la memoria de la traslación del cuerpo de San Benito de Nursia, el fundador de la orden benedictina, San Benito continúa representando una esperanza para los habitantes de los lugares donde vivió, región que fue asolada por un terremoto que alcanzó parte de Italia central, en 2016.
Los moradores reconstruyen la Basílica dedicada al patrono de Europa y ponen su esperanza en él.
«Un astro luminoso en un siglo oscuro»
San Benito nació en Nursia alrededor del año 480 d.C. y fue definido por San Gregorio como «un astro luminoso» en una época dilacerada por una grave crisis de valores.
De hecho, las enseñanzas de San Benito fueron unas de las palancas más poderosas, después del descenso de la civilización romana, para el nacimiento de la cultura europea.
La obra más importante de San Benito, hermano de Santa Escolástica, fue la composición de la Regla escrita alrededor del año 530 d.C.
Se trata de un Manual, un código de normas para la vida monacal.
El santo exhorta a los monjes a «oír con el corazón» y a «jamás perder la esperanza en la misericordia de Dios».
Su vida y obras se tornó no solo un farol del monacato, sino también una fuente providencial de esperanza para los pobres y peregrinos y, por tanto, para reanimar el destino del Viejo Continente.
Francisco recuerda a San Benito
«El santo exhorta a los monjes a ‘oír con el corazón’ y a «jamás perder la esperanza en la misericordia de Dios». «Benito trajo la novedad, después de los excesos del período romano y de las violencias de los bárbaros», al no mirar «a la condición social ni a la riqueza», sino al «sentido de la persona, constituida a imagen de Dios», afirmó el Papa Francisco por ocasión de la conferencia (Re)Thinking Europe en octubre de 2017.
Fue en esta ocasión que el Papa recordó que las enseñanzas de San Benito fueron fundamentales para la construcción de monasterios, tornándose después la «cuna del renacimiento humano, cultural, religioso y también económico del continente».
Y es el renacimiento el punto común que liga la vida de San Bento a todo lo que el santo continúa representando para Nursia y alrededores, afirmó Francisco.
Para el Papa, el terremoto del 30 de octubre de 2016, que destruyó la Basílica de San Benito y varias ciudades en los alrededores, no desanimó a sus moradores, al contrario, continúan yendo adelante y viviendo, llevados por la voluntad de reconstruir y renacer.
«Reconstruir: una palabra que se convirtió un refrán para los moradores» dijo el Papa Francisco el 5 de enero de 2017 encontrando en la Sala Pablo VI a la población afectada por el terremoto.
«Reconstruir los corazones antes de las casas», recomendó el Papa. (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de Vatican News)
Deje su Comentario