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Ciudad del Vaticano (Jueves, 10-05-2018, Gaudium Press) La libertad de la obediencia a Dios es un tema que «desde siempre estuvo en el centro de la atención del Papa emérito y eso lo llevó desde joven a «reflexionar sobre los límites de la obediencia al Estado a favor de la libertad de la obediencia a Dios».
Además, Ratzinger sufrió en sí mismo la experiencia de la aplicación del nazismo que, «con su mentira totalitaria» de incluir todas «las posibilidades y esperanzas humanas», se hizo «demoníaco y tiránico».
Las afirmaciones arriba son del Papa Francisco en el prefacio del nuevo libro escrito por el Papa Emérito Benedicto XVI.
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El nuevo libro de Joseph Ratzinger que será presentado al público en Roma el próximo 11 de mayo, es definido por Francisco como una especie de brújula para «comprender nuestro presente y encontrar una sólida orientación para el futuro».
Preferencial por los pobres y redención del hombre
Al mismo tiempo, Benedicto XVI coloca en discusión «la pretensión totalitaria del Estado marxista y la ideología atea sobre la cual se fundaba». El auténtico contraste entre marxismo y cristianismo para Ratzinger, de hecho, «no deriva ciertamente de la atención preferencial de los cristianos por los pobres», destaca Francisco, sino de la fuente de la redención del hombre.
La verdadera redención del hombre se encuentra en la «completa dependencia del amor» de Dios, que es «verdadera libertad».
«Colonización» de las consciencias y amor al ego
Hoy se tiende a mirar solamente al amor del hombre por el propio ego, que lleva a la «colonización» de las consciencias, niega las diferencias entre hombre y mujer, planifica racionalmente la producción de seres humanos, llegando a «considerar lógico y lícito eliminar aquello que no se considera más creado, donado, concebido y generado, sino hecho por nosotros mismos».
El Pontífice destacó también que esos son «derechos humanos aparentes» todos «orientados a la autodestrucción del hombre», porque niegan que «el hombre es criatura de Dios», que tutela su libertad y dignidad.
Defender la familia por el bien del mundo y de la Iglesia
Francisco continúa en sus palabras en el prefacio del nuevo libro: Defender al hombre «contra las reducciones ideológicas», por tanto, quiere decir «fijar la obediencia del hombre a Dios como límite de la obediencia al Estado».
Y en una época de cambios como la contemporánea – afirma el Papa para concluir – significa «defender la familia», porque «el futuro de la humanidad pasa a través de ella» y el bien de la familia «es decisivo para el futuro del mundo y la Iglesia». (JSG)
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