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Ciudad del Vaticano (Miércoles, 25-10-2017, Gaudium Press) En la última catequesis sobre la esperanza cristiana, durante la audiencia general de los miércoles, el Papa analizó el acto de misericordia del Señor con el Buen Ladrón: «Es allí, -dijo- en el Calvario, donde Jesús tiene su última cita con un pecador, para abrir a él las puertas de su Reino». Es la única vez que la palabra «paraíso» aparece en los evangelios.
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| Foto: Fatima.pt |
«La palabra «paraíso» – explicó en español el Pontífice – es una de las últimas palabras pronunciadas por Jesús en la cruz y está dirigida al buen ladrón. Ante su muerte inminente le hace una petición humilde a Jesús: «Acuérdate de mí cuando entres en tu Reino». No tiene obras buenas para ofrecerle pero se confía a él. Esa palabra de humilde arrepentimiento ha sido suficiente para tocar el corazón de Jesús. El buen ladrón nos recuerda nuestra verdadera condición ante Dios: que somos sus hijos y que Él viene a nuestro encuentro, teniendo compasión de nosotros. No existe ninguna persona, por muy mala que haya sido en su vida, a la que Dios le niegue su gracia si se arrepiente. Ante Dios nos encontramos todos con las manos vacías, pero esperando en su misericordia».
El Papa meditó sobre la hora suprema, la de la muerte, en la que muchos pueden sentir la tentación del abandono, de la soledad, entretanto, allí estará Jesús si es invocado: «Si creemos esto la muerte deja de darnos miedo, y podemos esperar partir de este mundo en modo sereno, con tanta confianza», porque «quien ha conocido Jesús, no teme más a nada».
El Papa concluyó su meditación pidiendo que imitemos al Buen Ladrón, pidiendo al Señor que en el instante postrero de nuestra vida se acuerde también de nosotros.
Con información de Radio Vaticano
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